Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer. El 8 de marzo u #8M pone de manifiesto la lucha de las mujeres por la igualdad de sus derechos, desafío al que la industria automotriz también se ha ido acercando, aunque todavía queda un importante camino por recorrer hacia la equidad de género.
Pero hace un siglo algunas marcas ya comenzaban a buscar acercar a las mujeres a un mundo en el que dominaban los hombres. De hecho, en el Salón del Automóvil de París de 1922, hace exactamente 100 años, Citroën lanzaba su “petit citron”, el Citroën 5 CV.
Aquel modelo se convirtió en el primer automóvil diseñado para mujeres. Fue creado por el propio fundador de la marca, André Citroën.
¿Qué lo hacía especial para mujeres? Por esos años, los autos no tenían dirección hidráulica ni servofreno, eran pesados y sus motores requerían que el conductor estuviera atento para regular manualmente varios puntos, como la mezcla de combustible e incluso la presión en el depósito de combustible.
Tomando eso como base, lo primero fue cambiar el enfoque de aquellos años. Así, la campaña publicitaria del Citroën 5CV daba a las mujeres más protagonismo, además, estaba muy bien pensado para que ellas se sintiesen cómodas con su conducción y se animasen a tener su propio auto.
El estilo era importante. Por eso se escogieron colores muy alegres y casi todas las primeras unidades tenían un llamativo color amarillo con los tapabarros en negro.
Por el amarillo, su tamaño y la forma de la parte trasera, este vehículo pronto fue conocido como “Petit Citron” (pequeño limón en español, jugando también con el nombre de la marca.
A nivel mecánico, era un auto muy ligero, con un pequeño motor de 4 cilindros y sólo cinco caballos.
El mantenimiento era simple, era liviano y los angostos neumáticos lo hacían más suave para manejar. Tampoco era complicado frenarlo y no era necesario presionar con demasiada fuerza para detenerlo.
Otros detalles llamativos eran su arranque eléctrico (la mayoría lo hacía en marcha con manivela, una maniobra que exigía fuerza) y faros también eléctricos en lugar de los de carburo, los que alumbraban más y entregaban más seguridad al manejar.
El Citroën 5 CV pronto llegó a ser un súper ventas entre el público femenino y este pequeño automóvil se convirtió en una pequeña revolución social en la época.
En apenas cuatro años (se fabricó de 1922 a 1926), el Citroën 5CV consiguió vender 83.000 unidades, una cifra enorme para la época y para el primer auto pensado hacia las mujeres.