La línea de producción del Seat León en la planta de Martorell, Cataluña, pasa por estos días a un hecho inédito. Esto pues actualmente allí no se producen autos. En su lugar, se están ocupando los recursos para producir respiradores artificiales que vayan en ayuda de los enfermos contagiados por la pandemia del coronavirus.
La medida, que se da en el marco de otras iniciativas a nivel mundial para sostener el abastecimiento de los sistemas sanitarios, es posible gracias al trabajo de varios empleados de la firma española del Grupo Volkswagen.
“La motivación de todas las personas que participamos en este proyecto es ayudar de la manera que nosotros sabemos, que es fabricar en serie un equipo, esta vez para salvar vidas”, señaló Nicolás Mora, del área de Producción de Seat Martorell.
Desde el inicio de la pandemia, en Seat se implementaron distintas gestiones para luchar contra la propagación del coronavirus, específicamente para la producción de respiradores, un insumo muy requerido en hospitales. Dado esto, un equipo de ingenieros diseñó 13 prototipos hasta llegar al modelo final.
Con engranajes impresos en Seat, ejes de cajas de cambios y el motor adaptado de un limpiaparabrisas se dio vida a lo que en la compañía llaman el ‘OxyGEN’, respiradores artificiales diseñados en colaboración a la firma de Internet of Things, “Protofy.XYZ”.
Un esfuerzo logístico
Por otro lado, 150 empleados de diferentes áreas han cambiado su lugar habitual de trabajo para ensamblar los respiradores donde antes se unían las piezas del Seat León de cuarta generación. “Modificar una línea de montaje que fabrica un chasis, una pieza de coches, y poder transformarla y fabricar respiradores ha sido un trabajo arduo en el que han estado implicadas muchas áreas de la empresa y lo hemos hecho en el tiempo récord de una semana”, señaló Sergio Arreciado, del área de Ingeniería de Procesos de la Sociedad Española de Automóviles de Turismo (significado de las siglas Seat).
Cada respirador cuenta con más de 80 componentes electrónicos y mecánicos y debe pasar por un minucioso control de calidad, con esterilización de luz ultravioleta.
La firma española ha iniciado una carrera productiva para poder abastecer a los golpeados sistemas de salud ibéricos. “Con solo saber que hemos intentado ayudar a salvar una vida, todo este trabajo habrá valido la pena”, estableció Francesc Sabaté, de I+D de Seat.