Seat Tarraco: una apuesta que pone todo el foco en la familia
El modelo de la marca española con tres filas de asientos destaca por el confort de marcha, versatilidad y eficiencia, aunque el motor puede estar algo carente de reacción inicial.
Seat completó hace un par de días su familia de SUV en Chile. A los modelos Arona y Ateca, la firma española sumó al Tarraco, el más grande de todos, con capacidad para siete pasajeros. Y la verdad es que con este utilitario confirman el avance que ya exhibían con los modelos compactos.
Sin tener un diseño rompedor o muy distinto a lo que se encuentra en el segmento -es bastante -similar al Tiguan- cumple con la idea de ofrecer una imagen moderna, gracias a las nervaduras del capot, la rejilla frontal en forma hexagonal flanqueada por bordes cromados y las líneas afiladas de los grupos ópticos delanteros que siguen un lenguaje genético de los otros modelos de la marca.
Por el costado una tradicional línea de cintura ascendente está bien complementada con cromados en la zona baja de las puertas y atractivas llantas de 19′', mientras en la zaga también se aprecia un buen trabajo, especialmente con los grandes juegos de luces unidos por una banda lumínica que cruza en forma horizontal el portalón, entregándole continuidad al diseño. Como les decíamos, sin grandes innovaciones, logra dedo para arriba con el trabajo de diseño.
En el interior, la calidad de los materiales y las terminaciones están en un nivel alto, lo que se espera -y se exige- considerando que es un vehículo que tiene un precio superior a los 26 millones de pesos.
Asientos muy cómodos, con buena sujeción y correcta visibilidad en todos los ángulos. Lo único a revisar en la zona delantera es que el apoyabrazos nos queda algo bajo para lo que estamos acostumbrados.
En la segunda plaza la comodidad es muy buena también, con banquetas que además se pueden desplazar algunos centímetros para más espacio. En la tercera fila, eso sí, no queda mucho margen y es más aconsejable para niños. Si van adultos ahí, ojalá el viaje no sea muy largo o sufrirán con las rodillas y con la distancia para la cabeza.
Para cerrar la configuración interior, señalar que con los asientos arriba el maletero es muy pequeño, solo unos 230 litros, pero si se abate la tercera corrida, la capacidad aumenta a generosos 700 litros. Incluso el asiento del copiloto se puede abatir y dejar una zona casi plana, lo que permite llevar hasta una tabla de surf.
Otros elementos que aportan a un viaje más cómodo son los asientos delanteros y traseros calefaccionados, el climatizador trizona y el enorme techo panorámico que mejora la sensación de amplitud.
Un detalle para destacar de este Tarraco en el maletero es que la marca se preocupó de dejar un espacio para guardar la cortinilla que cubre el maletero y no tener que llevarla suelta en el vehículo. Acá, se dejó un espacio sobre la rueda de repuesto, lo que permite mantener todo ordenado.
Ahora, en tecnología y conectividad tuvimos un inconveniente, pero más por nuestro atraso en equipamiento. Al panel del cuadro instrumentos digital a color y personalizable (10,95′') que tenemos frente a nuestros ojos se suma la pantalla central de 8″ compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Eso sí, para que funcione, se debe conectar a los puertos USB Tipo C que trae, que es uno más pequeño que el tradicional USB. Este todavía no es un formato muy extendido, aunque si el Tarraco dispusiera de compatibilidad Wireless (como el nuevo Volkswagen Atlas) podríamos haber enlazado nuestro smartphone. Con un adaptador también podríamos haberlo resuelto y como nos quedamos sin esa conectividad, por ende también sin navegador ni las app del celular.
Alto confort
El Seat Tarraco es un SUV familiar y bajo ese concepto cumple a cabalidad. Ofrece un gran confort de marcha, buen trabajo de insonorización y una entrega progresiva de fuerza, lo que demuestra la elasticidad del motor.
El motor es un 1.4 TSI que desarrolla 150 caballos de fuerza y 250 Nm, asociado a una caja DSG de seis velocidades. Dicho tren motriz es suficiente para ese andar relajado al que hacíamos mención, pero se siente algo pequeño si lo que se busca es un poco más de agilidad. Seguramente la versión con motor 2.0 a gasolina y 190 Hp que se ofrece en otros mercados elimine ese detalle.
Esto de la menor reacción nos puede complicar un poco cuando necesitamos entrar rápido a una calle o realizar una maniobra de adelantamiento. Eso sí, podemos mejorar esta situación al modificar el modo de manejo y pasarlo de Normal a Sport (también está Eco e Individual). En Sport, la reacción es un poco más inmediata (nunca como en un hatchback o un sedán deportivo) y aunque se escucha más el sonido del motor al trabajar en mayores revoluciones y se gasta más combustible, lo cierto es que gana en soltura y se siente más ligero, a pesar de que mide más de 4,7 metros y que pesa 2,35 toneladas.
De los otros modos de manejo, vale decir que en Eco se prioriza la eficiencia, pero se hace todo más lento en las salidas, mientras en Individual se puede hacer algunos más ajustes que influyen en la respuesta del acelerador, los pasos de marcha y la dirección.
Otro aspecto que destaca en el Tarraco es la progresividad y constancia de la potencia. Ya mencionamos que demora un poco en tomar aceleración, pero cuando estamos sobre las 2.000-2.500 rpm el vehículo va realmente bien, siempre va dejando un depósito de fuerza, el torque va asomando desde muy abajo en las revoluciones y eso permite tenga un sólido andar y que además no sufra en caminos empinados o cuestas, donde otros modelos deben bajar cambios para seguir adelante. Acá el tren motriz funciona muy bien y eso entrega seguridad al volante.
La dirección también funciona bien. Siempre nos gustaría que fuese algo más rígida, pero se debe tener conciencia del producto y en este caso entrega el suficiente tacto. Esto, acompañado de un sistema de suspensión que copia bien los baches, pero que rebota un poco más de lo habitual cuando sobrepasamos con más velocidad un lomo de toro.
Ahora, en pista, se siente siempre con suficiente aplomo, va firme sobre el pavimento, pero tampoco es para ir apretando en exceso el acelerador en curvas, menos si estas son algo cerradas. Basta mirar el vehículo (1.658 mm de alto) para saber que por física es mejor ir con suavidad en estos tramos, pese a que existe un buen equilibrio en la transferencia de pesos.
En conclusión, un SUV pensado para familias numerosas y para quienes disfrutar de un manejo tranquilo y relajado, con un alto confort de marcha, y todo envuelto en un vehículo de gran calidad y un altísimo nivel de equipamiento en seguridad. El precio eso sí no es menor, pero nada fuera de lo que piden rivales como el Hyundai Santa Fe, Kia Sorento, Peugeot 5008 o Nissan X-Trail, por nombrar algunos.
Ficha técnica | Seat Tarraco Xcellence |
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Motor | 1.4 litros turbo |
Potencia | 150 caballos |
Torque | 250 Nm |
Caja | DSG de seis marchas |
Largo | 4.735 mm |
Maletero | 230/700 litros |
Consumo | 13,3 km/l mixto |
Precio | $ 26.490.000 |
A favor | En contra |
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La calidad interior, la comodidad que encuentra el conductor, el confort de marcha, la versatilidad que le entregan los distintos modos de manejo y la mayor agilidad que encuentra en modo Sport. | Posee escasa reacción inmediata cuando sale desde cero. El maletero es muy pequeño con todos los asientos arriba y la presencia solo de puertos USB tipo C complica la conectividad. |
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