Entrando a un museo y en medio de otros insignes autos de la firma, BWM comunicó que pondrá fin a la producción del i8. Este deportivo representó para la firma de Baviera un paso adelante hace seis años, puesto que se convirtió en su primer vehículo de serie en utilizar la fuerza combinada de un motor a combustión (1.5 litros turbo de tres cilindros) y otro eléctrico, recargable solo mediante enchufe.

El BMW i8 se lleva a la tumba seis años de presencia global, que le valieron del orden de 20 mil unidades en mercados como Australia, China, India, Europa, Estados Unidos y también Chile. Asimismo, el modelo comercializado en carrocerías coupé y roadster trajo tecnologías inéditas para BMW, como los faros de tecnología láser, distinguidos por dotar al coche de mucha mayor luminosidad durante condiciones de clima adverso y, además, de mayor economía, al ser incluso más eficientes que los actuales focos LED. Asimismo, con su llegada al mercado, la firma alemana se anotó otro récord de innovación para sus motores a combustión: extrajo una tasa de 154 caballos por litro de desplazamiento (el motor desarrolla 231 Hp).

En materia de prestaciones, empleando sus dos motorizaciones y configurado en el modo más sport, el BMW i8 respondía con soltura a su naturaleza de deportivo alemán: llegaba a los 100 km/h en 4,4 segundos e iba a una máxima de 250 km/h.

“El primer híbrido enchufable del Grupo BMW pavimentó el camino para el disfrute de la conducción ecológica y dinámica y se transformó en un ícono de la fascinación eléctrica y tecnológica”, dijo el conglomerado en un escrito oficial.