No tendrá el título de ser el primer eléctrico de Skoda, puesto que esa chapa le pertenece al pequeño Citigo, pero sí será el precursor de los Skoda de cero emisiones pensados desde la génesis como un eléctrico propiamente tal. Se trata del familiar Enyaq iV que la marca centroeuropea fija como un importante paso en su estrategia de movilidad eléctrica.
El Enyaq iV -cuyo nombre deriva del vocablo celta ‘Enya’, que significa ‘espíritu’- será el primer modelo de serie de Skoda montado sobre la plataforma modular MEB del Grupo Volkswagen. Estará disponible con tres tamaños de baterías y tendrá cinco variantes de potencia. Su producción se llevará a cabo en Mladá Boleslav, República Checa, y se convertirá también en el primer modelo del grupo germano en emplear fuera de Alemania la arquitectura MEB.
El SUV de cero emisiones es un modelo continuista del conceptual Skoda Vision iV, del que te contamos en febrero de 2019, y dispone en el mejor de los casos de una autonomía de 500 km. Sus dimensiones constan de un largo de 4.648 mm de largo (2.765 mm de distancia entre ejes), 1.877 m de ancho y de una altura de 1.618 mm. Podrá alojar 585 litros cúbicos en el maletero.
En el portafolio del SUV eléctrico, el modelo de entrada será el Enyaq iV 50, que tendrá una capacidad de 55 kWh y una potencia de 146 Hp. En este caso, el ‘desde’ rueda hasta 340 km con una sola carga. Luego, el Enyaq iV 60 se impulsa por un motor de 177 caballos que recoge energía de una pila de 62 kWh de capacidad. Este estira la autonomía hasta los 390 km. En tanto, el Enyaq de mayor fuelle -500 km- es el iV 80 de 201 Hp y fuente de poder de 82 kWh. Esta misma batería se utiliza en las dos variantes del SUV equipadas con dos motores y de tracción total, según informa la propia Skoda en un comunicado de prensa.
Conectado a un enchufe de carga rápida, cualquiera de los modelos puede cargarse a un 80% en 40 minutos.