Skoda Karoq: Un burgués de noble actitud
Probamos el último integrante de la familia checa en Chile, un SUV que se encuentra en la primera parte del segmento C y que entrega soluciones racionales a los usuarios.
Un complemento perfecto para la nueva familia de Skoda. Así podría describir el nuevo Karoq, el último SUV de la firma checa en sumarse al portafolio que tiene en tierras nacionales y que, sin duda, llega a la estela del bien considerado Kodiaq, que ha tenido buenos resultados en sus primeros meses de vida en el mercado local.
Los Skoda son autos que hay que probar. Y es que a pesar de que llevan años en el mercado, la verdad es que su ascenso en las ventas ha sido paulatino y silencioso. Para los que no conocen la marca, hay que entrar a explicar su origen, calidad y precio; los que aceptan la ida al concesionario, quedan deslumbrados; los que la conocen, no quieren bajarse más de un Skoda.
Lo mismo pasará con esta nueva familia de SUV que ha lanzado la marca, con nombres extraños y difíciles de pronunciar, pero estoy segura que quedarán en la retina de muchos. Primero fue el Kodiaq y hoy es el turno de Karoq, un todoterreno del segmento C, con 4.382 mm de largo. Y aunque es un tamaño compacto para el segmento, se ve robusto y macizo, principalmente debido a su frontal y unos grandes voladizos.
En el interior nos encontramos con un habitáculo muy agradable y amplio. La verdad es que los 2.630 mm de distancia entre ejes se notan -y se agradecen-. El diseño es sobrio y refinado, hay una buena combinación de materiales que entregan una sensación de calidad elevada.
Hay numerosos espacios para guardar objetos, solo en la parte delantera se pueden conseguir hasta siete, todos bien distribuidos y con diversa utilidad.
En la consola central destaca la pantalla táctil de 8'', con muy buena resolución, muy nítida, con colores vivos, que además funciona bien, con una respuesta rápida y fluida.
Los asientos son confortables, tanto los delanteros (con buena sujeción lateral) como los traseros, en los cuales tres personas de tamaño medio pueden acomodarse sin problemas.
El espacio del maletero también es generoso en este SUV. Son 521 litros los que ofrece para almacenar una buena cuota de bolsos.
Respecto de la motorización disponible en nuestro país, el Karoq llega con un bloque 1.5 litros turbo de 150 Hp, asociado a una caja mecánica de seis velocidades. Con esta configuración el modelo rinde sin problemas en su uso normal, eso sí hay que buscar la parte alta del tacómetro si queremos hacer maniobras donde la exigencia es mayor o especialmente en fases de recuperación. La caja, obviamente ayuda bastante al ser manual para esos momentos en que hay que rebajar rápidamente en busca de mayor potencia. Quizás por eso mismo no se logra tener mejor consumo, que si bien no fue nada de malo en ciudad (13,7 km/l) y combinado sube a poco más de 15,5 km/l, creemos que podría haber sido mejor.
En general, el Karoq es un SUV muy agradable de manejar, sobre todo por nuestras calles, donde la perfección no existe. Su suspensión está claramente enfocada en la comodidad más que en el dinamismo, por lo que solo en curvas tomadas con un poco más de exigencia se siente menos preciso y hay algo más de cabeceo lateral en la carrocería. Pero, en todo caso, es muy confortable en su andar.
La dirección es otro punto a favor para este modelo checo. Precisa, pero asistida en la justa medida, para que nos sintamos seguros en cada movimiento del volante.
En resumen, el Karoq es un auto que se ve moderno en su diseño, que en su interior entrega las herramientas para ir cómodos y que en la parte mecánica se desenvuelve de forma correcta y sobria. No es un SUV para quienes buscan sensaciones extremas, pero sí para quienes privilegian el espacio, la seguridad y el confort.
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