El motor conocido por la nomenclatura RB26DETT que debutó en 1989 y que nutrió tres generaciones del Skyline GT-R de Nissan, ocupa -cómo no- un lugar especial entre los fanáticos de los deportivos japoneses. Es que fue un motor respetado, que aseguraba sensaciones fuertes para los amantes de la velocidad. Incluso, mucho se tejió en torno a su real potencia: según el catálogo, la unidad twin turbo de 2.6 litros y seis cilindros en línea entregaba 276 Hp, pero no pocos aseguraban que testeado en el banco de pruebas el propulsor mostraba sus verdadero pedigrí y sacaba a relucir nada menos que 323 caballos. ¿La razón de este ‘truco’? Por aquel entonces Japón había prohibido los motores de más de 276 Hp.

Ahora, Nissan a través del programa Nismo Heritage Parts está ofreciendo las piezas más importantes de este legendario propulsor, permitiendo a los clientes que puedan armar su propio RB26DETT, como si se tratara de un LEGO. La lista del catálogo se compone de los cilindros, cigüeñal, pistones, bielas, sistema de escapes, bomba de combustible y cableado.

Incluso Nissan vende dos versiones del bloque. La unidad estándar que comienza en aproximadamente US$ 1.500 ($ 1 millón en moneda nacional) y que puede montarse en las generaciones Skyline R32, R33 y R34 del GT-R, y la más resistente, conocida por los fanáticos como N1, que comienza en US$ 3.800 ($ 2.580.000) y que alimenta únicamente a los GT-R R33 y R34.

Nissan lanzó el programa Nismo Heritage Parts en 2017, inicialmente pensado para el GT-R de tercera generación. La idea se expandió dos veces y ahora incluye autopartes para la cuarta y quinta generaciones. Nissan ha dicho que el departamento continuará expandiéndose mientras reciba un buen feedback de la comunidad GT-R alrededor del mundo.

La línea GT-R de Nissan fue presentada por primera vez en 1968 en el Salón de Tokio. Precisamente el año pasado se cumplieron los 50 años, y la firma develó una edición especial de más de 700 caballos, para cuyo desarrollo recibió la ayuda de Italdesign.

También te contamos en enero de una sorpresiva reunión de amantes de este modelo en Moscú. Varios ejemplares dieron que hablar por las calles de la capital rusa.