Dos décadas y media han pasado desde que el primer Smart de la historia vio la luz. Hablamos de aquel microcompacto que se popularizó en Europa, como una forma de movilidad ideal para las congestionadas calles. Eso sí, su nacimiento comenzó a gestarse cuatro años antes.
Y es que la compañía nació en 1994 en Suiza de la mano del fabricante de relojes Swatch y de su propietario Nicolas Hayek. Un apasionado del mundo del automóvil que se empeñó en hacer realidad uno de sus sueños. Entonces, se conoció como MCC Smart, tres letras que hacían honor a su propósito, Micro Compact Car.
En paralelo, Mercedes-Benz había estado trabajando en un auto de corte urbano desde los años 70. De ahí que decidiera estrechar lazos con la marca de relojes y crear una joint-venture sumando Smart al grupo Daimler, el cual conservaría los genes, pero sumaría la tecnología de la marca de la estrella.
Fue así como en 1998 nació el primer Smart Fortwo, un pequeño biplaza de 2,5 metros, pensado para circular por las grandes y congestionadas ciudades europeas. El modelo original montaba un bloque de 599 centímetros cúbicos y producía 50 Hp.
Con el paso del tiempo, Smart fue lanzando al mercado diferentes versiones, como una roadster que, mediante un panel del techo extraíble, introducida en el año 2000. Incluso hubo espacio para una variante deportiva con el sello de Brabus, que llegaba hasta los 75 Hp.
Hoy, Smart es una marca completamente diferente, al 50 % propiedad de Mercedes y de Geely, y con una gama en construcción y 100% eléctrica. El primer modelo de esta nueva era es el Smart #1, un SUV 100% eléctrico de dimensiones contenidas, al que ahora se sumará el #3, un modelo de corte crossover.