Varias firmas automotrices han entregado sus resultados del primer semestre de 2024. Uno de ellos, es el grupo Stellantis, probablemente, el más insatisfecho de todos, ya que registró una caída de sus ganancias netas del 48% -hasta los 5.647 millones de euros- con respecto al mismo período del año anterior.
Este descenso se explica por la caída de las ventas, así como a factores adversos derivados del tipo de cambio y costos de reestructuración. De hecho, el grupo automovilístico ha reconocido que este descenso en las principales magnitudes también obedece a una reducción en los inventarios, así como a brechas temporales de la producción por la llegada de nuevos modelos.
Carlos Tavares, CEO de Stellantis, explicó que “el desempeño de la empresa en el primer semestre de 2024 no estuvo a la altura de nuestras expectativas, lo que refleja tanto un contexto industrial desafiante como nuestros propios problemas operativos. Si bien se necesitaban medidas correctivas y se están tomando para abordar estos problemas, también hemos iniciado una emocionante ofensiva de productos, con no menos de 20 nuevos vehículos lanzados este año, lo que trae consigo mayores oportunidades cuando ejecutamos bien”.
El directivo portugués apuntó que “tenemos mucho trabajo por hacer, especialmente en Norteamérica, para maximizar nuestro potencial a largo plazo”.
El beneficio operativo ajustado entre enero y junio también se redujo un 40% en tasa interanual, pasando de los 14.126 millones que obtuvo en los primeros seis meses de 2023 a los 8.463 millones de euros de este ejercicio. Por su parte, el margen operativo ajustado fue del 10%, un guarismo que supone 4,4 puntos porcentuales menos en comparación con el ejercicio anterior.
Stellantis ha contabilizado en el primer semestre una cifra de negocio de 85.017 millones de euros, lo que se traduce en una caída del 13,5%.
En lo que a envíos se refiere, el consorcio automovilístico francoitaloamericano vendió 2.931.000 vehículos en la primera mitad del ejercicio, lo que se tradujo en un descenso del 11,9% en comparación con el ejercicio anterior.
Por regiones, las ventas en Norteamérica alcanzaron las 838.000 de unidades, un 18% menos en tasa interanual. La facturación también se redujo un 16,4% en tasa interanual, hasta 38.353 millones, mientras que el margen operativo se redujo hasta el 11,4%, 6,1 puntos porcentuales menos.
En Europa, las ventas registraron un descenso del 6,1% en el primer semestre del año, hasta las 1.387 millones de unidades comercializadas. Además, la facturación de la región también se contrajo un 14%, hasta los 29.969 millones y el margen operativo pasó del 10,7% en la primera mitad de 2023 al 6,9% de este año.
Marcas en la cuerda floja
Estos malos resultados, junto con una caída del 8,2% en las acciones de la compañía (tras el balance), han puesto en jaque la continuidad de las firmas del conglomerado. Y es que de acuerdo con el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, las marcas deben comenzar a reportar ganancias, y las que no lo hagan serán descontinuadas, ya que no pueden seguir dándose el lujo de tener marcas que les generen pérdidas. Ni siquiera las marcas históricas estarán a salvo.
Hay que recordar que Stellantis tiene 14 marcas a su haber, contando Citroën, Lancia, Maserati, DS, Opel, Vauxhall y Abarth. Entre ellas, tambien hay unas históricas con más de 100 años, como Maserati, Lancia o Chrysler, las cuales podrían correr riesgo de desaparecer por no ser rentables.
Finalmente, el grupo automovilístico subrayó que su intención es concluir el ejercicio con un margen operativo ajustado de dos dígitos y con un flujo de caja libre positivo.