Tal vez has oído hablar del subviraje, aquella situación que se presente en vehículos -sobre todo de tracción delantera- cuando se enfrenta una curva a una mayor velocidad de la que exige el ángulo de la misma, o cuando la superficie no ofrece el agarre necesario, sea por la presencia de polvo, agua o hielo. En un circuito de competencia, el llamado subviraje es algo predecible y los pilotos están muy entrenados para controlarlo, en caso de que los saque de pista, cuentan con las medidas necesarias para evitar un impacto fuerte (por ejemplo las zonas de escape). Pero, ¿qué pasa cuando este fenómeno físico ocurre en una vía pública y a bordo de un auto de calle? Es la pregunta que Toyota de España responde en este video interactivo.

Salvador Navarro, instructor del Real Automóvil Club de Cataluña, explica que el temido subviraje se da por tres motivos principales. En primer término por el exceso de velocidad; en segundo, por girar más de lo que requiere el viraje o acelerar demasiado pronto dentro de la curva o, en tercer lugar, por una falta de adherencia en el piso.

Navarro comenta que al sentir el subviraje en piso húmedo no se debe seguir intentando girar más el volante en la dirección de la curva. Lo correcto en este caso, detalla, es frenar levemente apenas se siente la pérdida de adherencia (sin girar el volante), cuestión de que sea el propio auto -mediante el sistema ABS- el que corrija para volver a sentir aplomo al piso.

En piso seco, la solución parece más sencilla: manteniendo siempre la suavidad sobre el volante, el remedio no será más que pisar el freno con mayor fuerza que sobre mojado.

*Este video fue hecho con un vehículo equipado con frenos ABS y control de estabilidad.

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