Puede parecer cuestión de lógica: al momento de conducir hay que hacerlo con todos los sentidos puestos en la ruta y totalmente despierto. Sin embargo, a veces el ritmo de vida o un viaje demasiadas horas pueden transformarse en factores de riesgo si es que no descansamos lo suficiente o no hemos tenido una buena noche. Aquí enlistamos algunos consejos para evitar el sueño tras el volante.

  • Descansa antes de viajar: Si tienes planeado un viaje en el que eres el conductor designado, entonces lo mínimo es que hayas dormido unas siete u ocho por la noche.
  • La hora cuenta: El sitio español Circula Seguro sostiene en base a estudios, que el peor horario para iniciar un viaje es el comprendido entre las 3 y las 5 de la madrugada y entre las 14 y las 16 horas. Si puedes, evítalos.
  • Cuidado con lo que comas: Esto aparece incluso en los libros de los aspirantes a la licencia de conducir. Y tiene mucho sentido. No es recomendable comer en abundancia antes de viajar. Es diferente alimentarse bien que comerse un asado dieciochero y luego manejar. El cuerpo empleará demasiada energía en digerir los alimentos, con las consiguientes ganas de tomar una siesta.
  • No beber una gota de alcohol: Esto resulta más que obvio. El alcohol en la sangre no solo implica somnolencia, sino la alteración de los sentidos. Puede resultar fatal para ti o para el resto.
  • No fumar: En la mayoría de los países se prohíbe esta práctica. Si no lo hace explícitamente, lo sitúa dentro de las distracciones al volante. El humo del cigarrillo puede generar sueño, por tanto ni el conductor ni los ocupantes deberían encender un cigarro.
  • Precaución con los medicamentos: Si estás tomando un nuevo remedio, pregúntale a tu doctor si es que es compatible con la conducción. Muchos de ellos producen sueño e incluso lo advierten en el papelito que viene dentro de la caja.
  • Ventila el auto: En un espacio con poca renovación de aire, se va viciando el ambiente. Esto se traduce en un aumento de la cantidad de dióxido de carbono, lo que también provoca somnolencia. Otro punto importante en esta materia es que una temperatura demasiado alta, genera reacciones más lentas en el conductor.
  • Haz pausas frecuentes: Si haces un viaje de 1.000 kilómetros, por ejemplo, debes descansar cada dos horas. Sirve para hidratarse, beber un café, estirar las piernas y recobrar energías. Los estudios afirman que tras cuatro horas de manejo, el conductor tarda el doble en reaccionar ante un imprevisto.
  • Buena compañía: Este es el sueño de los camioneros. Si viajamos acompañados, lo importante es llevar una buena relación a bordo. Se deben evitar las discusiones, fritos o conversaciones que nos distraigan. En caso de viajar solo, la música es un buen aliado. Mientras no sea música de cuna... eso dependerá de cada conductor.

Ante el menor síntoma de sueño, detente: Si sientes cansancio, nunca te arriesgues o pienses “me detengo más allá”. El cuerpo es sabio y envía señales. Si estás solo, puedes parar y dormir una siesta. Si estás acompañado, pídele a otro que tome el volante. La conducción por turnos en viajes largos, es una gran ayuda.