Estos días te hemos comentado de varios de los comerciales que se tomaron los cortes de la versión LIII del Super Bowl. Uno de ellos, el del flamante Telluride de Kia, fue a contracorriente y no empleó a un rostro famoso ni el recurso humor para llegar a la audiencia. Los coreanos echaron mano a la emotividad para rendir un homenaje a los trabajadores de su planta de West Point, donde se ensambla el familiar más grande de su portafolio.
"Hacemos cosas increíbles"
El spot de 90 segundos de duración toca la fibra del estado de Georgia, donde se jugó la gran final. Un niño campesino dice "No somos famosos. No hay estrellas en una calle para nosotros (en alusión a Hollywood) y no hay estatuas en nuestro honor. Nuestras carreras de futbolistas nunca despegaron".
La voz en off continúa: "Esperamos ser conocidos por lo que hacemos, por lo que fabricamos (...) Somos increíbles y hacemos cosas increíbles". El comercial termina con el lema "Give it everything", que se traduce como darlo todo.
Esta campaña es parte del esfuerzo de Kia y la ONG The Great Unknowns que busca asegurar un peldaño para que los niños de esa ciudad accedan a una educación de mejor calidad.