Producidos a partir de energías renovables, los combustibles sintéticos tienen el sello de ser carbono neutrales, pues la diferencia entre el dióxido de carbono que se capta de la atmósfera durante su elaboración y lo que se emite durante su uso, es nula. De ahí, que los también llamados e-fuels supondrían la supervivencia de los autos a combustión más allá de 2035, año en que la Unión Europea prohibirá la venta de este tipo de autos.

Ante este inminente escenario, y siguiendo la estela de Porsche -donde Chile es clave-, Lamborghini ha decidido apostar por ellos, desarrollando su propia receta. Lo ha hecho animado por las peticiones de sus clientes y con el objetivo de conseguir que sus motores V10 y V12 puedan vivir (y sobrevivir) en un futuro eléctrico.

Así lo confirmó Francesco Scardaoni, director de la marca en la región Asia-Pacífico, en una entrevista concedida al medio Drive. “El escenario ideal será tener eléctricos puros, como el modelo que presentaremos en 2028, y superdeportivos que, posiblemente, funcionen con motores de combustión interna alimentados con combustible sintético”.

De esta manera, se preservaría “el ADN puro de los superdeportivos de Lamborghini, la conducción de un motor de combustión interna y la emoción que produce un vehículo de este tipo”, puntualizó.

La apuesta de Lamborghini por la investigación y desarrollo de los combustibles sintéticos es reciente: “Acabamos de arrancar este proyecto, hemos presupuestado una partida para ello y comenzaremos a trabajar con una compañía petrolera”.

Así, queda claro que pese a pertenecer al mismo conglomerado automotriz, no colaborarán con Porsche. “Queremos tener nuestro propio diseño y desarrollo. Todavía estamos lejos de comprender qué puede ser el combustible sintético y cómo puede ser útil en nuestros motores: por eso es importante tener un proyecto propio”.