El fabricante de vehículos eléctricos radicado en California, registró un volumen de pedidos de 88.400 unidades durante el primer trimestre de 2020, lo que representa un aumento del 40,3% con respecto al mismo periodo del año pasado. Estos resultados toman más valor a la luz de la coyuntura económica mundial.
Del total de unidades matriculadas, 76.200 corresponden a los modelos Model 3 e Y, lo que significa un 51% de crecimiento con respecto a las 50.300 comercializadas durante el mismo período del año pasado.
Además, Tesla cerró los tres primeros meses del año con 12.200 unidades vendidas de los modelos S y X, lo que significa un crecimiento de 0,8% en comparación a las 12.100 unidades vendidas durante los tres primeros meses del año pasado.
En términos productivos, la firma de Palo Alto también evidencia una expansión. Entre enero y marzo ensamblaron 102.672 vehículos en todo el mundo, un 33,1% de crecimiento en comparación a las 77.100 unidades que producidas durante 2019.
¿Cómo se explican los buenos resultados?
Dado el buen momento que atraviesa, cabe preguntarse qué ha hecho la compañía de Elon Musk para seguir creciendo en un año cuando toda la industria ha acusado duramente el golpe.
Según el análisis de medios internacionales especializados, se debe a su estructura comercial altamente digitalizada y a un gran posicionamiento de marca en el segmento eléctrico. Además, no han cerrado todas sus fábricas pese al crecimiento de contagios de coronavirus registrados en territorio norteamericano, por lo que los efectos de esta crisis no les ha golpeado particularmente.
Además, proyectan que sus números seguirán creciendo después de que volviera a la actividad su Gigafábrica ubicada en China, que ya empieza a dar signos de recuperación tras ser el epicentro de la pandemia.
A todo lo anterior, hay que sumar los incentivos al auto eléctrico anunciados por el gobierno chino. Con esto, desde Palo Alto pronostican despachar cerca de 150.000 vehículos en el gran dragón asiático producidos en su Gigafábrica local.