Tesla fue condenado en Washington, Estados Unidos, por publicidad engañosa. Resulta que en 2016, la firma norteamericana ofreció sus vehículos con «todo el hardware necesario» para convertirse en autónomos a través de futuras y sencillas actualizaciones de su sistema.

Sin embargo, esto no se cumplió y, de hecho, Tesla tuvo que actualizar vehículos vendidos con posterioridad a dicha fecha, pues el sistema 2.5 que montaban no era lo suficientemente potente como para asumir los requisitos del Full Self Driving (FSD) del Autopilot.

En paralelo, la empresa dirigida por Elon Musk puso a disposición un servicio de suscripción al FSD de US$ 199 al mes. Pero, antes de poder disfrutar de este servicio los modelos con el sistema 2.5 debían pagar 1.500 dólares -que luego terminaron siendo 1.106 dólares- para ser actualizados al 3.0.

Esta acción hizo ver que, en la práctica, era falso el anuncio de que todos los Tesla colocados en el mercado después de 2016 estaban preparados para el sistema Autopilot. Y es en este contexto que aparece la demanda, explica Electrek.co.

En definitiva, Tesla tendrá que devolver los US$ 1.106 que pagó Ian Jordan, propietario de un Model 3, por la actualización del sistema 3.0. Y no solo eso, ya que el juez también dio la razón a Jordan con otro asunto.

Y es que este cliente también reclamó la violación de la garantía y la pérdida de funcionalidad en su segundo Tesla, equipado con la unidad de medios MCU1 original.

Al actualizar la misma por un desgaste de la memoria flash integrada en el vehículo, este perdió la radio AM, no disponible en la MCU2. Además, Tesla cobró dicha actualización por considerar que era un fallo por desgaste y no por mal funcionamiento.

De ahí, que el mismo juez condenó a Tesla a devolverle 1.650 dólares por la actualización y pagar 500 más por la pérdida de la radio AM. La marca ha acatado todas las decisiones y ha ordenado el pago rápidamente para dar el asunto por concluido.