El día que fui a buscar el BMW i3 al showroom capitalino que tiene la firma bávara en La Dehesa llovía a cántaros. Y en una milésima de segundo se me cruzó por la mente retrasar el retiro del vehículo para cuando dejara de caer agua del cielo&... Sin darme cuenta, y a pesar de los conocimientos, estaba con un pequeño prejuicio frente a la movilidad eléctrica, esa que todos dicen será la que alimentará a los autos del futuro.
Entre risas (y no tanto), me explican en la marca que el auto incluso se puede enchufar para cargar su batería si está lloviendo. La verdad no me lo había preguntado nunca, esta es la tercera vez que probaba este tipo de vehículos, ciento por ciento eléctrico, pero nunca había tenido que enchufarlo en mi casa. Por lo que el dato no era menor.
El fabricante indica que el i3 tiene una autonomía de unos 120 kilómetros aproximadamente, y cuando lo encendí en el silencio absoluto marcaba algo más que 85 kilómetros, por lo que me fue imposible no tener el segundo prejuicio: ¿Y si me quedo sin batería? Mal que mal, en el día yo recorro algo más de 50 kilómetros.
Ya con dos prejuicios vivenciales, más el que tenía de los autos eléctricos (algo fomes de manejar), tuve que comenzar de cero y sacarme los pensamientos preexistentes. Y así lo hice.
» Desde cero
Espacioso y luminoso en su interior, el i3 combina bien sus materiales reciclados con un diseño limpio y funcional. El espacio para todos los ocupantes es amplio y cómodo, y la apertura de puertas, de forma inversa, sin duda es un aporte, al igual que la banqueta trasera.
La información que te entrega el computador a bordo, sobre rendimiento, autonomía y consumo, es de fácil lectura. Lo que sí, hay que acostumbrarse a la palanca de cambio, no sólo por el lugar en el que se encuentra, sino porque sólo cuenta con cuatro marchas: directa, neutro, parking y retroceso.
Si bien el asiento no es el típico de BMW, sí podemos declarar que tiene una buena sujeción, no se siente butaca, pero al menos se va cómodo, con buena altura y gran visbilidad.
Ya en funcionamiento, hay que recalcar el silencio que se vive en el interior del auto.A los niños les encanta que no se escuche el motor&...
El fantasma del auto aburrido comienza a desaparecer cada vez que se aprieta con intención el acelerador. Y es que el i3 es un auto ágil, rápido de reacción si se le exige. Lo único es que cuando se levanta el pie del acelerador, se frena de inmediato, y eso hay que controlarlo para no tener problemas en el futuro.
La suspensión es citadina, con el rebote justo, para no sentirla chiclosa. Y es que, en general, el i3 es un auto muy cómodo de conducir en la ciudad.
En algunos estacionamientos decidía dejar cargando el auto, por si acaso, y hay más enchufes de lo que uno podría creer, claro que están para otro uso, pero en general nunca sentí la amenaza de quedar botada con la &"pana del tonto&".
A favor: Agil, rendidor, espacioso y silencioso, te incita a disfrutar más de la vida.
En contra: Precio, escasa autonomía y ausencia de aviso sonoro al momento de poner retroceso.
Ficha técnica BMW i3
» Motor: eléctrico
» Potencia: 170 Hp /125 kW
» Torque: 250 Nm
» Autonomía: 120 km
» Tiempo de carga: 8 a 10 horas
» Precio: $ 39.990.000