Chevrolet Cavalier: un caballero por donde se le vea pasar
<p>De seguro el nombre Chevrolet Cavalier les suene a varios. Y si bien su exitosa historia empieza mucho antes en Estados Unidos, concretamente a principios de los 80, a Chile el modelo llegó más de una década después, en su tercera y última generación. Entonces, se trataba de un sedán de tamaño mediano, diseño futurista […]</p>
De seguro el nombre Chevrolet Cavalier les suene a varios. Y si bien su exitosa historia empieza mucho antes en Estados Unidos, concretamente a principios de los 80, a Chile el modelo llegó más de una década después, en su tercera y última generación. Entonces, se trataba de un sedán de tamaño mediano, diseño futurista y con un gastador motor de 2.4 litros.
Tras archivar su nombre por casi dos décadas, hoy la marca del corbatín lo desempolva buscando recapitalizar su valor, pero con un nuevo enfoque, pues el Chevrolet Cavalier, presentado a fines del año pasado en el país, es por sobre todo un sedán de corte familiar, excelente habitabilidad y eficiente consumo.
De ahí también que su diseño no sea de los más llamativos del segmento, si se le compara -como en la marca buscan- con modelos como el Kia Cerato, Mazda 3 y Hyundai Elantra, entre otros. Por supuesto, luce todos los elementos estilísticos de los últimos modelos de la firma, así como también su acostumbrada robustez y marcada estructura.
El interior está en línea con los del resto de los sedanes de la marca en lo que a materialidad y construcción se refiere. De hecho, se fabrica en la misma planta del Sail en China, con buenos ensambles, pero con un mix de materiales que podrían ser mejor. Sus plásticos y polímeros se notan resistentes y duraderos, pero lo hacen ver bastante sencillo a primera vista.
De todas maneras, se ve más moderno y está mejor equipado que el más pequeño de la familia. La versión que probamos tiene alzavidrios eléctricos con sistema one touch down, asientos con mayores reglajes y sunroof. En la consola central resalta una pantalla táctil de 7″, a la cual se puede enlazar el smartphone mediante USB y también bluetooth. Por esta última vía no conseguí sincronizar mi iPhone.
A mi juicio, donde más se luce el nuevo Chevrolet Cavalier es en el espacio que brinda a sus ocupantes. Cinco pasajeros pueden tomar lugar sin problemas, quedando cómodos, tanto los de adelante como los de atrás. Hay suficiente espacio para las piernas de personas de mediana estatura.
Por su parte, el maletero -que se abre de un botón ubicado en la puerta del piloto- es sencillo, pero generoso. Es decir, no hay ganchos, doble fondo, ni desniveles, solo un espacio para cargar a nuestras anchas.
Una vez al volante, toma un tiempo acostumbrarse a una posición de manejo más bien baja, más allá de que pueda regularse la altura del asiento y sobre todo si se le compara con la de un SUV. Esta postura podría incomodarles a personas de baja estatura en ciertas maniobras, como la de estacionar, por ejemplo. Igualmente, ayudan los sensores traseros, aunque exageran un poco la distancia mínima.
El Chevrolet Cavalier es un auto bastante neutral en su comportamiento. Su motor 1.5 litros, de 107 caballos, le brinda un buen confort de marcha por la ciudad, sobre todo pasadas las 2.000 vueltas, pues a revoluciones más bajas no es especialmente ágil. El leve retardo de su caja automática de seis marchas al pasar los cambios resta cierto dinamismo a la conducción. A un ritmo más elevado, eso sí, se siente más holgada.
La dirección no es tan asistida como en otros modelos del segmento, mientras que la suspensión está pensada para la ciudad, es decir, ni muy blanda ni muy dura.
En términos de consumo, y con un ritmo de manejo de &"caballero&", nos dio unos buenos 13 km/l en ciclo mixto. Sin duda, ayudado por el sistema start&stop, que detiene el motor cuando el auto se encuentra parado por un tiempo determinado, como en un semáforo rojo, por ejemplo.
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