Chevrolet aceleró a fondo el segundo semestre en Chile, ampliando y renovando por completo su portafolio. Uno de esos modelos que llegaron para hacer crecer las opciones de los usuarios es el Onix, un hatchback fabricado en Brasil que aspira a tomar el sitial de relevancia que tuvo el Aveo en su momento.
La aceptación del Onix ha sido más que positiva. En apenas dos meses se han vendido 575 unidades, lo que refleja que existe una necesidad, pero también que se trata de un vehículo que cumple con requerimientos del segmento, sumando una serie de ventajas más allá de tener el emblema del corbatín en la parrilla.
A nivel de diseño, no es precisamente el más aventajado de la clase, menos si se considera a los rivales coreanos. Dibujo simple, voladizo corto, líneas de cintura ascendente, capó con nervaduras, lo más llamativo resultan las luces LED, los neblineros y las llantas de aleación.
En el interior nos encontramos con cosas buenas y otras algo menos afortunadas. Si bien la materialidad está muy a la par de los modelos Mercosur y se aprecia un trabajo en la distribución de espacio, existen detalles que pueden generar algunas complicaciones, como, por ejemplo, la posición del conductor es algo alta para una persona de estatura media, lo que deriva en que quede ubicado cerca del techo. Otro detalle extraño es la posición de los mandos de los espejos, instalados en el pilar A.
Ahora, en cuanto a habitabilidad, no ofrece mayores inconvenientes y se aprovecha muy bien el espacio que dejan los 3.933 mm de largo. En las plazas traseras también entrega comodidad suficiente y pueden viajar tres personas sin mayor problema.
» Agil y conectado
El nuevo Onix se mueve por un bloque de 1.4 litros que desarrolla 97 caballos de fuerza y un par de 126 Nm, asociado a una caja manual de cinco velocidades. Se trata de un bloque conocido en la región, que recibió una actualización y que cumple de manera óptima para el concepto de vehículo urbano.
Entrega agilidad, es rápido en sus respuestas, recupera sin inconvenientes y la buena sincronización que tiene con la transmisión lo hace parecer a veces un modelo de mayores capacidades. Además, gracias al trabajo de insonorización que hizo la marca, existe una muy buena aislación del sonido del motor, mejorando el confort de marcha. Eso sí, en contraparte consideramos que el consumo no llega a lo que podría uno esperar para vehículos urbanos, con un promedio cercano a los 10 km/h, cifra que claramente no está entre las más destacadas.
En cuanto a dinámica, el mejor momento lo encontramos cuando superamos las 2.000-2.500 vueltas y nos instalamos en tercera o cuarta marcha. Se siente con fuerza, se desplaza con aplomo, y aunque la dirección es bastante asistida, consigue que el conductor se sienta seguro. A velocidades que están en el límite de lo permitido genera algunos movimientos que deben mantenerse controlados, especialmente al entrar en curvas.
De todas maneras, nada grave o que no esté en concordancia con lo que promete entregar el Onix.
Por último, uno de los aspectos más interesantes de este modelo es que dispone del sistema MyLink, el cual es muy sencillo de asociar a diversos smartphones, permitiendo conectividad de forma simple y como si fuese un espejo con algunas aplicaciones del celular. Sin duda, un elemento que capta interés entre los más jóvenes y que da cuenta de una buena lectura por parte de Chevrolet respecto de lo que quieren sus usuarios.
A favor: La agilidad, el confort de marcha y la presencia de modernos dispositivos tecnológicos.
En contra: La extraña posición de los mandos del espejo lateral, la altura del asiento y el consumo.
Ficha técnica Chevrolet Onix LTZ
» Motor: 1.4 litros
» Potencia: 97 Hp
» Torque: 126 Nm
» Transmisión: MT 5 vel.
» Largo: 3.933 mm
» Maletero: 280 litros
» Precio: $ 8.890.000