Cuando pensamos en un Citroën, de inmediato nos viene a la mente un vehículo versátil, tecnológico y que rompe los límites. Siempre innovando, siempre a la vanguardia, el C-Elysée cumple con todas esas premisas, pero es el diseño su punto más bajo.
Ojo, que no estamos hablando de un vehículo terrible, simplemente tiene un atractivo más señorial, distinto al de los otros juveniles y atrevidos modelos de la marca. Es que aquí Citroën apostó por la versatilidad de un familiar: mucho espacio, un gran maletero y excelente rendimiento.
Si bien el cambio no es tan radical, en esta nueva generación el C-Elysée evoluciona a un look más maduro y robusto, con faros alargados y líneas más rectas, lo que ayudará a mantener su atractivo conforme pasen los años.
En el habitáculo notamos una clara mejora en la materialidad, además de la llegada de una amplia pantalla multifunción de 7″ que se conecta muy bien con smartphones vía bluetooth o entrada USB. El sistema es muy fácil de usar, intuitivo y se enlaza rápidamente con Apple CarPlay.
Esta misma pantalla es la encargada de entregarnos otros parámetros del auto, como autonomía o el rendimiento promedio. Nosotros registramos unos buenísimos 17,5 km/l en una ruta con tráfico muy denso y algunos tramos de despejadas autopistas.
Aunque Citroën se esforzó por hacer mucho más agradable el interior del C-Elysée, agregando incluso un mando digital para el aire acondicionado, hay algunos detalles de diseño que todavía no convencen. Por ejemplo, no hay un lugar donde dejar el smartphone a mano, mucho menos cuando se conecta vía USB; el posavasos es nominal, ya que el espacio no es suficiente para dejar ni vasos ni botellas; finalmente, los mandos para los alzavidrios siguen estando al centro, sobre la palanca de cambios, un lugar bastante incómodo si se tienen brazos relativamente cortos y se quiere pasar rápido por un peaje.
Pero también hay cosas que resaltar, la comodidad de los asientos y la buena visibilidad en todas las direcciones son algunas de ellas.
Lo más interesante del Citroën C-Elysée, eso sí, es su motor: un diésel Blue HDi de 1.6 litros, que entrega 92 caballos de fuerza y 230 Nm de torque máximo, gestionado por una transmisión manual de cinco marchas.
Si bien al comienzo lo sentimos un poco ruidoso, fue netamente por el frío, ya que una vez en marcha el sonido disminuye, casi perdiéndose entre el ruido propio del manejo y la radio.
Los 92 caballos de fuerza pueden parecer poco, pero aquí la magia la hace el torque, que aparece fácilmente sobre las 1.300 revoluciones, para mostrarse en todo su esplendor cuando el tacómetro se acerca a las 2.000 vueltas.
Rápido, elástico, divertido. Este motor brilla por sí solo con aceleraciones rápidas y seguras, desplegando su fuerza tanto en la autopista como en los adelantamientos en ciudad. Para ser un auto enfocado en las familias y principalmente a recorrer la ciudad, es un agrado decir que el motor sorprende por su agilidad y desempeño.
Mucho ayuda también la dirección, con la asistencia exacta para facilitar las maniobras en ciudad, pero lo suficientemente directa como para asegurar que los movimientos llegarán adecuadamente a las ruedas delanteras. La suspensión sujeta bien el auto tanto en velocidad como en la ciudad, aunque a veces algunos baches se pueden sentir un poco más que otros.
Bien equipado, espacioso y rendidor, el Citroën C-Elysée es una apuesta segura para quienes buscan un vehículo para todos los días y con espacio para toda la familia.
A favor
El buen y económico desempeño del motor, gran maletero, amplitud interior y buena conectividad.
En contra
Dos airbags en todas las versiones, mala posición de los botones para los alzavidrios.
Ficha técnica Citroën C-Elysée
» Motor: diésel 1.6 » Potencia: 92 Hp » Torque: 230 Nm » Transmisión: MT 5 vel. » Largo: 4.419 mm » Pantalla: táctil de 7″ » Precio versión: $ 10.390.000