Dicen que después de que se toca fondo se ve la luz y así parece que ocurre con la séptima generación del Volkswagen Jetta, modelo lanzado en el último trimestre del año pasado y que vino a completar la oferta de sedanes de la marca alemana en Chile. Un segmento que para la firma sigue siendo importante y por eso la apuesta y el trabajo constante en ofrecer modelos atractivos en diseño (que sean capaces de competir con los apetecidos SUV) y con un alto nivel de equipamiento en seguridad y confort.
Así llega un modelo ultraconocido en nuestro país, pero siempre con otro nombre: Bora o Vento, pero nunca con su nombre real. Esta vez el miedo se dejó atrás y confiaron en su producto, más allá del nombre. Y creo que tenían razón en hacer caso omiso a las supersticiones.
Reconozco que mis expectativas con los vehículos Volkswagen ha crecido en el último tiempo, y uno de los responsables de eso es el Virtus. Sí, no el Touareg (que es un SUV extraordinario), sino ese sedán hecho en Brasil que realmente sorprende. Por lo que la vara con el Jetta estaba alta desde el momento en que se agendó el test.
Atractivo por dentro y fuera
Partamos por el diseño, que es sobrio y con algunos guiños a la deportividad con la pronunciada caída del pilar C y, principalmente, en la versión que probé (la tope de gama R-Line) gracias a pequeños detalles cromados. En el interior hay un salto cualitativo en diseño y materiales utilizados, destacando principalmente la pantalla táctil de 8'' con App Connect y la pantalla digital de instrumentos de 10,25'', que lo hace ver muy moderno. El sistema de infoentretenimiento es muy amigable y rápido en su acción, con botones de acceso rápido a las principales funciones.
La construcción del habitáculo, la insonoridad y la comodidad son puntos que se destacan en esta generación del Jetta, al igual que el alto nivel de equipamiento que trae esta versión, como el techo corredizo panorámico, el sistema Start&Stop, control crucero, control de voz, iluminación ambiental, cámara de retroceso, además de sensores delanteros y traseros, y los cuatro modos de conducción a los que se puede optar de acuerdo a los gustos.
El Jetta viene en sus cuatro versiones con el mismo motor 1.4 TSI, con 150 caballos de potencia y un torque de máximo de 250 Nm. En la R-Line viene asociado a una caja automática de seis velocidades.
Uno de los grandes plus de esta generación es justamente la nueva plataforma que emplea (MQB), que le permite tener una buena dinámica de conducción, sintiéndose como un buen Volkswagen bien aplomado, con buena estabilidad en los momentos en que se le exige un poco más. Y si bien la potencia con la que cuenta es suficiente para moverlo con soltura y que el par se puede encontrar desde las 1.500 rpm, sentí que le falta un poco de sintonía con la caja, sobre todo en las salidas desde cero, pero no así en las recuperaciones.
Suave cuando debe serlo y contenedor cuando pasas por más de un bache, creo que el cambio de suspensión cumple de sobra para tener un vehículo amigable para la ciudad.
En términos de consumo de combustible, eso sí, creo que queda al debe, sobre todo en la conducción en ciudad, donde me entregó un consumo promedio bajo los 10,8 km/l.
Jetta se levanta como una alternativa de gran calidad y tecnología para quienes buscan la simplicidad de un sedán y con gran espacio.
A favor
Diseño sobrio, buenos materiales y terminaciones en el interior, gran equipamiento. La nueva plataforma, que le otorga una dinámica de conducción sobresaliente.
En contra
La relación del motor con la transmisión automática, sobre todo en baja, es un poco lenta y se siente pesado en las salidas. El consumo de combustible en ciudad.
Ficha técnica Volkswagen Jetta:
» Motor: 1.4 TSI
» Potencia: 150 Hp
» Torque: 250 Nm
» Transmisión: AT 6 vel.
» Largo: 4.697
» Maletero: 510 litros
» Conectividad: App Connect
» Precio: $ 16.490.000