Kia Morning: Una evolución que permite diferenciarse en el día a día

14 jul 2017 04:01 AM

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Llega la hora de moverse por la ciudad y lo más práctico resulta ser un vehículo ágil y con estilo. ¿Es el Morning un buen aliado en la congestionada ciudad?

Una de las grandes novedades de esta temporada fue el estreno de la tercera generación del Kia Morning. El citycar coreano lleva años entre los preferidos por el público nacional y para conocer sus progresos probamos la novedosa versión GT Line, que tiene importantes diferencias estéticas y de equipamiento.

Esas variaciones a las que hacemos mención le dan un salto respecto de lo que venía ofreciendo, un aspecto no menor, considerando que la oferta del segmento es muy generosa y, por ende, la diferenciación es un factor que puede inclinar la balanza. A eso apunta esta variante, marcar distancia y entregarle al usuario un vehículo de look más agresivo, en el que sobresalen los neblineros instalados en la parte baja de la parrilla frontal, las entradas de aire con embellecedores de un color distinto a la carrocería, las llantas de aleación de 15″, las luces LED y la doble salida de escape. A esto se suma un interior deportivo que cuenta con tapiz de cuero, sunroof y pedales de aluminio, que le imprimen una sensación más deportiva.

En cuanto a la percepción que nos deja al entrar al auto, podemos decir que es llamativo el avance, tanto por la calidad de los materiales, como por el equipamiento. Acá destaca la pantalla táctil de 7″ de estilo flotante, donde se refleja la cámara de retroceso y se conecta el smartphone mediante Apple CarPlay y Android Auto.

Otro punto importante es que se aprovecha de buena forma el acotado espacio interior, permitiendo una buena posición de manejo, con un apoyabrazos que permite descansar. Otro detalle que agradecerán es el maletero, que pasó de tener una capacidad de carga de 200 a 255 litros, lo que permite llevar más que un pequeño bolso.

Es hora de ver cómo se mueve el Kia Morning. Los detalles continúan haciendo diferencia, como el botón de encendido del motor, elemento más habitual en modelos superiores.

Nuestra unidad de prueba tiene un bloque de 1.2 litros, que desarrolla 83 Hp, asociado a una caja manual de cinco marchas. Es un propulsor que permite desplazarse con facilidad en la ciudad, que entrega agilidad y que es consciente con el bolsillo. En régimen mixto rinde cerca de 18 km/l.

El trabajo del motor también permite conseguir una aceleración inmediata, sacando evidente ventaja desde cero, cualidad que se apoya en la caja manual, que es de recorridos cortos en las primeras marchas y que va liberando de manera progresiva la potencia.

Como buen citycar, tiene un manejo muy sencillo, una dirección suave (demasiado asistida para mi gusto) y un confort de marcha que es de lo más alto que ofrece el segmento, aunque existen aspectos mejorables, como la insonorización o cierta dureza que transmite al caerse a baches o cuando se pasa con demasiada rapidez un lomo de toro.

Eso sí, a pesar de ser un vehículo orientado a la ciudad, se comporta de forma noble en autopista, acercándose un poco a lo que entregan vehículos más grandes, luciendo una gran estabilidad a altas velocidades, instancia en la que, además, no se sufre de balanceos importantes y tampoco se transmiten vibraciones al volante.

En consecuencia, una evidente evolución en esta tercera generación del Morning, con una versión GT Line que tiene un precio importante, pero que les permitirá a los usuarios disponer de una imagen atractiva y diferenciadora.

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