Los controles de presencia de alcohol en conductores han quedado en entredicho en Estados Unidos, donde un reportaje publicado por el diario The New York Times y firmado por las periodistas Stacy Cowley y Jessica Silver-Greenberg da cuenta de que estos aparatos de alcoholemia presentan valores desfasados o problemas de software que han dado como resultado, por ejemplo, falsos positivos. Y no son pocos casos.
La investigación del medio norteamericano recoge más de 100 entrevistas con expertos o agentes de policía. Se estableció que en determinados casos hay una desviación entre el resultado real y el detectado de hasta un 40%. Se citan casos de descuido flagrante como el ocurrido en un departamento de Massachussetts, donde se utilizó una máquina que estaba contaminada por ratones. La fuente principal del trabajo del Times es Ilmar Paegle, quien trabajó testeando los alcoholímetros en el departamento de Policía Metropolitana de Washington.
Paegle determinó que desde 2010 los márgenes de error iban entre el 20% y 40%. Su predecesor en el cargo, Kevin King, había ingresado datos que calibraron mal la máquina. Sin embargo, la fiscalía que investiga este hecho ha tomado en cuenta solo los defectos producidos en los últimos 18 meses. Así, ha dictaminado que cerca de 350 personas fueron condenadas en base a pruebas con desvíos notorios.