Quién podría imaginar el alcance que podría tener una frase en una serie. Los guionistas seguramente aspiran a dejar recuerdos, pero lo que sucedió con La Casa de Papel superó varios límites.
Todo ocurrió cuando dos de los protagonistas de la serie de Netflix, Denver (Jaime Llorente) y Río (Miguel Herrán) discutían por la separación de Río con Tokio (Úrsula Corberó). En el cruce de opiniones, Denver le gritaba a su compañero con furia que era un loco por haber abandonado a su ex novia. “A Tokio no se le deja porque Tokio es un puto Maserati y todo el mundo quiere un puto Maserati”, le gritó en la cara.
Aquella frase, que pudo ser una más entre todas las temporadas, alcanzó tanto revuelo y reconocimiento que le permitió al actor Jaime Llorente convertirse en embajador de la firma del tridente.
Pero no es el único beneficio que ha obtenido con esas palabras. Ahora, la firma italiana señaló que eligió el Programa Fuoriserie para inspirarse y darle vida al singular color del nuevo Maserati Levante GT que tiene “Denver”.
Se trata de un color único, perteneciente al programa de personalización Fuorisierie, que esconde una historia que va más allá de la discusión mencionada anteriormente.
En la primera temporada, los guionistas de la serie (Álex Pina y Javier Gómez Santander), como si hubiesen sido pitonisos, escribieron una escena en la que todos los miembros de la banda compartían el sueño que realizarían tras salir victoriosos del golpe a la Casa de Moneda de España, donde “Denver” comentó que lo primero que haría sería “conducir un Maserati azul cielo despejado”.
Considerando ese sueño, Maserati escogió un color único para el nuevo SUV de Jaime Lorente, tonalidad que denominaron”Blu Denim”, y que se asemeja al famoso “azul cielo despejado” que “Denver” se imaginaba con su Maserati.
Además, el color combina con el interior en color cuoio del Levante GT y detalles en azul cobalto que lo asocian a la gama mild hybrid de Maserati, cuya etiqueta ECO lo categoriza como el Levante más eficiente al necesitar un 18% menos de combustible para conseguir el mismo rendimiento que la versión gasolina con el V6 de 350 caballos de fuerza, y una entrega de potencia incluso mejor (330 Hp) que el anterior Levante Diésel (275 Hp).
Como se ve, sin necesidad de una máscara de Dalí, se le cumplieron los sueños al “Denver” de la vida real.