La industria automotriz tiene su foco puesto en cambiar la matriz energética, dejar atrás los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de dióxido de carbono para poner su grano de arena en la batalla contra el calentamiento global.

Sin embargo, para llegar a un parque automotor que no genere emisiones queda un buen tiempo. Mientras eso ocurre, la gran alternativa para bajar los índices de contaminación pasa por la mayor presencia de vehículos híbridos tradicionales, aquellos que no requieren de mayor infraestructura para funcionar y que gracias al trabajo de un motor a combustión apoyado por uno eléctrico son capaces de mejorar el rendimiento y la eficiencia, con menos índices de contaminación.

El Grupo Toyota (Toyota y Lexus) es uno de los que más ha destacado en este tema. Pioneros en el segmento con el Prius hace más de veinte años y con más de 15 millones de híbridos entregados en el mundo, en Chile replican ese liderazgo con un dominio apabullante.

Según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), entre enero y julio se colocaron 217 híbridos (no incluye híbridos plug-in). De ese total, el 94% correspondió al Grupo Toyota, encabezando el listado de los más modelos más vendidos el Toyota RAV4 Hybrid con 108 unidades.

El liderazgo es evidente, de hecho, para 2025 la idea es que cada modelo de la firma tenga su alternativa híbrida. En ese contexto, con una estrategia definida y clara, Toyota decidió fortalecer su presencia en Chile en este segmento con el estreno del C-HR (te lo contamos en mayo), un crossover de estilo muy vanguardista y que se convierte en el sexto modelo híbrido del catálogo local, sumándose así al Prius, Prius C, Corolla Sport, RAV4 y Camry.

El nuevo vehículo llega a un precio de lista de $ 26.990.000 y lo hará en versión única, pese a que en otros mercados existen alternativas a gasolina. Como dato que favorece a los usuarios, por ese costo incluye las tres primeras mantenciones de forma gratuita.

Según Claudio Isgut, gerente de promoción y comunicaciones de Toyota Chile, “decidimos traer solo el híbrido para potenciar nuestra participación en ese segmento. Como Toyota estamos convencidos de que los híbridos son el paso natural hacia tecnologías 100% eléctricas o a hidrógeno y este C-HR permitirá fortalecer una estrategia que nos ha dado muy buenos resultados”.

La nueva apuesta del C-HR

El nuevo Toyota C-HR no encuentra rivales muy directos en el país. Si bien el Kia Niro ofrece una motorización híbrida, tiene un precio de lista bastante menor ($ 21 millones). Por lo mismo, el nuevo vehículo que proviene desde Turquía y que está construido sobre la plataforma denominada Toyota New Global Architecture (TNGA) buscará hacerse un espacio sin cerrarse a segmentos ni tecnologías.

Claudio Isgut explica su posicionamiento como “un crossover que esperamos pueda morder entre los hachbacks diésel de marcas premium, como el Mercedes-Benz A200 y el BMW 118d, y entre los SUV compactos de firmas de gama alta, como el Lexus UX, Mercedes-Benz GLA y Volvo XC40”.

Para atacar en ese competitivo espacio destaca por un diseño de líneas angulosas que dan vida a crossover coupé de estilo urbano, con un parachoques amplio y estilizados grupos ópticos con luces LED, y una rejilla superior que se extiende desde el emblema de Toyota hasta los angulosos extremos que envuelven las esquinas delanteras. En el interior, resalta la pantalla táctil de 8′' y el sistema multimedia compatible con Android Auto y Apple CarPlay.

Pese a que pueda parecer más compacto, tiene 4.405 mm de largo, 1.975 mm de ancho y 1.565 de alto, con una distancia entre ejes de 2.640 mm. El maletero, por su parte, tiene una capacidad de 377 litros.

A nivel motriz dispone de un motor de 1.8 litros que trabaja junto a un bloque eléctrico, asociado a una caja CVT, con lo que obtiene una potencia de 122 Hp y un par máximo de 142 Nm. Como buen híbrido, su rendimiento es uno de los puntos destacables, promediando un consumo de 24 km/l, con un máximo de 28,7 km/l en ciudad (por su naturaleza, rinde más en área urbana). Con este rendimiento y gracias al estanque de 43 litros, perfectamente podría recorrer más de 1.000 kilómetros con un estanque.

Otro aspecto clave del nuevo modelo es la seguridad. Según Isgut, “la decisión de Toyota desde hace unos años es incorporar cada vez más elementos de seguridad en todos los modelos, muy distinto a lo que pasaba antes, donde se vendían autos más básicos para pelear en precios. Pero Toyota decidió a nivel mundial cambiar esa estrategia, poner la seguridad por delante, sin perjuicio de que pudiesen costar más”., De esta manera, entre el equipamiento destaca la presencia de siete airbags, además de frenos ABS + EBD; asistente de frenado; control de estabilidad (VCS), de asistencia en pendiente (HAC) y de tracción (TRC); cámara de retroceso y sensores de estacionamiento.

Ver Test Drive: Toyota C-HR: la apuesta más atrevida que expone la madurez híbrida