Nadie podría desconocer el liderazgo de Toyota en el segmento de los vehículos híbridos. Desde que estrenó hace más de 20 años el Prius, la firma nipona se ha encargado de evolucionar en este tema, convirtiéndose en el mayor especialista de estos vehículos que combinan motorizaciones a combustión con un propulsor eléctrico.
En Chile, la firma nipona tenía cinco modelos a la venta. Ahora sumó el sexto integrante de una familia que está en la fase de transición hacia las tecnologías cero emisiones. Se trata del C-HR, un crossover de diseño bastante más rompedor de lo que habitualmente le conocemos a los japoneses.
Construido sobre la plataforma TNGA, la misma del Lexus UX y del nuevo Corolla Cross, luce un diseño de enorme personalidad, con el emblema con bordes azulinos en el centro del frontal que denotan su tecnología híbrida y líneas muy angulosas que se inspiran en las formas de un diamante.
Por el costado destacan los pasos de ruedas marcados que le entregan una imagen más robusta, acompañado por una prominente caída del techo hacia el pilar C que le entrega un estilo coupé. Además tiradores de las puertas traseras escondidos en la parte alta le dan mayor limpieza a la carrocería y el imponentes portalón trasero acompañado por grandes grupos ópticos traseros coronan una imagen muy juvenil y donde claramente la tradición más conservadora de los nipones quedó a un lado. Como detalle a considerar, las llantas grises de 17′' que se trajeron a Chile no lucen tan bien como las de color negro que se ofrecen en otros mercados.
En el interior, se mantiene esa experiencia del diseño. Alta calidad de materiales, asientos delanteros muy cómodos con bastante sujeción y un volante forrado en cuero de dimensiones más compactas permiten una sensación más deportiva. Eso sí, lo que destaca es la enorme pantalla flotante de 8′' (enlazable a Android Auto y Car Play), que a primera vista puede hacer creer que molestara a la visibilidad, pero eso no ocurre, principalmente por la posición de ma
Donde no encontramos la misma comodidad es en las plazas traseras. Pese a que pueden ir tres personas cómodas, debido al estilo coupé del diseño, las ventanas posteriores son algo pequeñas y generan una sensación más de encierro. Tampoco le acomodan a niños que viajen en esas plazas, puesto que la vista les queda casi al nivel del marco inferior.
Cómodo y suave
Nos gustó el C-HR de Toyota. Es ideal para un manejo tranquilo. Se mueve por un motor de 1.8 litros que trabaja con uno eléctrico. En conjunto entregan 122 Hp y un buen torque de 142 Nm. Puede parecer una potencia pequeña para el tamaña del propulsor, pero funciona bien, además que el objetivo no es la deportividad.
Acá, prima el confort de marcha y la eficiencia. Y en eso tiene una nota altísima, puesto que en los primeros metros, cuando trabaja el motor eléctrico, es notoria la suavidad y el nulo ruido que genera.
Luego, cuando entra en funcionamiento el motor a combustión -trabajo que podemos ir revisando en una gráfica en la pantalla central- tenemos un manejo progresivo, siempre bien apoyado por la caja CVT. No es un vehículo vertiginoso, sino que va entregando poco a poco la fuerza, con una salida rápida y buenas aceleraciones, lo que además va acompañado por una suspensión que absorbe muy bien los baches; una dirección bastante directa, que contrasta con lo que encontramos en otros híbridos y eléctricos; y una puesta sobre el pavimento bastante firme, apoyado por el escaso despeje del piso, lo que permite tener el centro de gravedad más bajo que en un SUV. Y esto permite que avancemos con tranquilidad y que entremos y salgamos de curvas con mucho aplomo y firmeza.
A diferencia de los tradicionales vehículos a combustión, en este caso el sistema híbrido permite que en la ciudad en encuentre su mejor performance, gracias a las constantes desaceleraciones y frenados. Así, se va recargando la batería, lo que nos ayuda a gastar menos combustible, puesto que esa energía permite el funcionamiento del motor eléctrico. Es tan bueno este sistema que homologó casi 29 km/l, mientras en carretera promedia más de 23 km/l.
Donde no nos quedó la misma buena impresión es en el equipamiento de seguridad. Pese a que cuenta con siete airbags y frenos ABS+BA+EBD, además de control de estabilidad, de tracción y de asistencia en pendiente, lo cierto es que para el costo del vehículo ($ 26.990.000), podría incorporar algunos elementos que están presentes en modelos de los segmentos altos con los que quiere competir y también en un Kia Niro híbrido, que tiene un precio de $ 8 millones menos.
Y no se trata de asistentes imposibles de incluir, son los que la marca ofrece en otros mercados con el Toyota Safety Sense, entre ellos el frenado de emergencia con reconocimiento de peatones, aviso de punto ciego o alerta cambio de carril, entre otros. Seguramente con esos dispositivos el precio sería aún más alto, pero lo cierto es que, para pelear contra un Volvo XC40 o un Mercedes-Benz A200, es un tema a considerar y que complementaría muy bien un andar confortable, eficiente y que entrega confianza plena a quien está al volante.
Ficha Técnica | Toyota C-HR |
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Potencia | 1.8 litros + eléctrico |
Motor | 122 Hp |
Torque | 142 Nm |
Caja | CVT |
Tracción | 2WD |
Airbags | 7 |
Consumo en ciudad | 28,7 km/l |
Precio | $ 26.990.000 |
A favor | En contra |
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El diseño moderno y con personalidad, la calidad interior, el confortable y estable andar, la agilidad que tiene en ciudad, además de la eficiencia y economía de combustible. | La sensación de mayor encierro que tienen los ocupantes de las plazas traseras por el corte de la ventana y la cantidad de asistentes de manejo considerando el precio y lo que ofrecen sus rivales. |