Toyota, Subaru y Mazda consideran que el enemigo en común son las emisiones de carbono. Por eso, los tres japoneses han unido fuerzas para desarrollar nuevos motores de combustión interna, que sean compatibles con varios combustibles carbono neutrales.

Estos futuros bloques funcionarían con hidrógeno líquido, biocombustibles y combustible sintético, apostando así por una nueva línea, totalmente diferente al enfoque 100% eléctrico. Se trataría de una transición más lenta, con la que se mantendría a los fans más puristas del motor, además de preservar miles de puestos de trabajo.

A través de un comunicado, las firmas niponas explicaron que se encuentran avanzado en el desarrollo de motores más pequeños y más eficientes que puedan funcionar con plataformas de vehículos eléctricos y sean capaces de cumplir con estrictas regulaciones de emisiones en el futuro.

Además, añaden que este proyecto “impulsan los esfuerzos para garantizar un futuro para las cadenas de suministro y los empleos que sustentan los motores”.

Concretamente, en lugar de diseñar un motor común para ser utilizado por las tres empresas, el trío trabajará en “motores de firma” que representen a sus respectivas marcas. En concreto, Toyota prepara nuevos motores de cuatro cilindros en línea, Mazda busca nuevos motores rotativos y Subaru quiere mejorar su tecnología bóxer.