Luego de que ayer lunes diéramos cuenta de la delicada situación financiera en la que se encontraba el fabricante coreano SsangYong, hoy nos enteramos de que finalmente la marca decidió declararse en quiebra tras incumplir con pagos a sus acreedores.
El fabricante asiático solicitó la administración judicial y advirtió de interrupciones masivas en sus operaciones, luego de no poder asumir el pago de sus créditos por un valor de 60.000 millones de wones, unos US$ 54,44 millones.
“SsangYong Motor solicitó el procedimiento de administración judicial porque se espera una interrupción masiva en la operación después de que la compañía no pudiera llegar a un acuerdo para extender sus plazos de pago de préstamos con bancos extranjeros”, informan desde la agencia Reuters.
Del total adeudado, el sexagenario fabricante debía devolver -con fecha límite el 14 de diciembre- 30.000 millones de wones al Bank of America Corp., 20.000 millones de wones a JPMorgan Chase & Co. y 10.000 millones de wones a la francesa BNP Paribas.
Una situación crítica, respecto de la cual en SsangYong Chile comentan: “la industria automotriz ha enfrentado un escenario de gran complejidad a nivel mundial producto de la pandemia. En ese escenario, SsangYong ha decidido someterse a un proceso de reestructuración autónoma para la reorganización de sus pasivos, de acuerdo a la normativa de Corea del Sur”, afirma Rodrigo González, gerente general de firma coreana en el país, agregando que no se esperan impactos en la operación en Chile, ni en la venta de vehículos nuevos ni de repuestos, los que continúan con total normalidad”.
Difícil escenario
Entre enero y noviembre de 2020, las ventas de SsangYong cayeron un 20% con respecto a igual periodo del año pasado, anotando 96.825 unidades comercializadas hasta la fecha. Esta considerable caída en las ventas, a causa de la pandemia, junto con una importante deuda, ha llevado al fabricante asiático a incumplir con sus pagos.
De ahí que SsangYong pidiera al tribunal que lo deje efectuar un plan de reestructuración autónomo, lo que le dará tres meses para poder renegociar su deuda con los acreedores, retrasando así la decisión judicial de someter la empresa a una tutela judicial.
Vale recordar que hace 11 años, la firma surcoreana estuvo en igual situación, cuando el gigante chino SAIC Motor (dueña de MG y Maxus) decidió dejar de participar en ella. Entonces, el plan de reestructuración aprobado por el tribunal de Seúl, permitió a SsangYong salir a flote, al menos hasta que Mahindra & Mahindra compró el 70% de la firma, tras desembolsar US$ 460 millones.
En la actualidad, el consorcio indio posee el 74,65% de SsangYong, marca en la cual dejó de invertir hace unos meses y para la cual hoy busca un comprador.