Harley-Davidson es la nueva víctima de Donald Trump. Tal como hizo en enero de 2017 con Ford cuando era presidente electo, Trump vuelve a dirigir sus dardos en contra de la industria automotriz norteamericana. Esta vez el político republicano ha amenazado con altas tasas impositivas a la compañía de Wisconsin si esta sigue moviendo su producción e invirtiendo fuera de Estados Unidos.

Este martes, Trump sostuvo en redes sociales que Harley-Davidson será "gravado de impuestos como nunca antes" si la marca concreta sus planes de expansión. El inquilino de la Casa Blanca acusa que la icónica firma está usando las tensiones del mercado externo como una excusa para justificar sus planes de cambio en la producción.

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"Una Harley-Davidson nunca debería ser construida en otro país. ¡Nunca! Sus empleados y clientes (de la marca) ya están muy enojados. Si ellos se mudan —verán— será el principio del fin". Los mensajes del mandatario comenzaron una vez que Harley-Davidson dio a conocer este lunes que movería parte de su producción a otro mercado debido al incremento de los costos del aluminio y acero, como consecuencia de las políticas proteccionistas de Donald Trump.

En la actualidad la firma tiene plantas en Brasil, India, Australia y Tailandia. Justamente es este último país donde los ejecutivos de Harley-Davidson planean la construcción de una nueva fábrica. De esta manera, la marca buscaba evitar el alza de impuestos de 60% en la importación de motocicletas desde Estados Unidos, estableciendo en Tailandia su base de operaciones para exportar mayores volúmenes a mercados vecinos.

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo han escalado en los últimos meses y el anuncio de Harley-Davidson es uno de los primeros impactos visibles del nuevo trato promovido por la administración Trump.