El presidente de EE.UU., Donald Trump, invocó la ley de Producción de Defensa, la cual se remonta a la guerra de Corea, para obligar a General Motors (GM) a fabricar respiradores para asistir a los pacientes con Covid-19.
Esto luego de que el país norteamericano se convirtiera en la nación con mayor número de contagiados del mundo, anotando 153.014 casos. Y si bien la mayor parte de los casos se concentran en Nueva York, el virus se extiende con sigilo y rapidez por todo el territorio.
“Acabo de firmar un memorando presidencial ordenando al secretario de Sanidad y Servicios Humanos que utilice cualquier autoridad disponible bajo la Ley De Producción de Defensa para requerir a General Motors que acepte, realice y priorice contratos federales para respiradores", anunció el mandatario a través de un comunicado, agregando que "nuestras negociaciones con GM sobre su capacidad de proporcionar ventiladores han sido productivas, pero nuestra pelea contra el virus es demasiado urgente como para permitir que continúe por el curso normal del proceso de contratación. GM estaba perdiendo tiempo”.
Antes de adoptar la medida, se podía anticipar cómo se venía la mano para el fabricante norteamericano, pues Trump por medio de cuenta en Twitter había escrito: “Como es habitual con ‘este’ General Motors, las cosas sencillamente parecen no funcionar nunca”, escribía el presidente en la red social. “Decían que nos iban a dar 40.000 de los tan necesitados respiradores muy rápidamente. Ahora dicen que solo serán 6.000, a finales de abril, y quieren un precio alto”. "Siempre es una chapuza con Mary B”, añadía, en referencia a Mary Barra, la consejera delegada de la compañía de automóviles.
Y las advertencias no acababan ahí. “Invocar la P”, decía en otro tuit misterioso, para aclarar en el siguiente: “Invocar la P significa la ley de Producción de Defensa”. “¡General Motors debe abrir inmediatamente su estúpidamente abandonada planta de Lordstown en Ohio, u otra fábrica, y empezar a fabricar respiradores ya!”, insistía, aludiendo a una enorme planta que la compañía cerró en el Estado del Medio Oeste del país del Norte.
Más allá del debate, General Motors es la compañía que más ha avanzado en el esfuerzo por reaccionar a la repentina demanda de la maquinaria médica. Lleva a cabo el proyecto con Ventec, una pequeña empresa fabricante de respiradores de Seattle. A lo que se sumará el acondicionamiento de una planta de GM en Indiana para hacer crecer enormemente dicha producción. Según el fabricante, fabricarán 10 mil respiradores mensuales a contar de abril.