Sabido es que el presidente estadounidense Donald Trump acepta a regañadientes cuando la respuesta a sus peticiones es un no. Si en 2018 su intención para el 4 de Julio era un enorme desfile con tanques, lo que le fue negado por el Pentágono debido al alto costo, este 2019 el mandatario republicano parece que se saldrá con la suya. Según informa Associated Press tanques actuales e incluso los ocupados por Estados Unidos en la II Guerra Mundial serán parte del desfile en Washington.
Uno de los reporteros de la agencia pudo captar dos tanques M1A1 Abrams y dos Bradley Fighting Vehicles preparados para el Día de la Independencia. Donald Trump quiso este mismo despliegue de artillería para 2018, idea que le surgió tras presenciar el Día de la Bastilla en 2017 en París. El plan no fructiferó tras la reticencia del Pentágono, que acusó altos costos de mover viejo armamento y la posibilidad de que estas reliquias sufrieran daños al circular por las calles.
"Tendremos algunos tanques estacionados", dijo Trump este lunes desde el Salón Oval, en lo que fue interpretado como una confirmación de los temores de los generales por los daños que pudieran sufrir los vehículos. "Tienen que ser muy cuidadosos, ya que las calles no están hechas para tanques pesados. Entonces, tendremos que ponerlos en determinadas áreas, pero habrán tanques Sherman y Abrams".
Los tanques Sherman fueron los más empleados por los Marines durante la incursión estadounidense en la II Guerra Mundial y han estado fuera de servicio y de producción durante décadas. En tanto, el M1A1 Abrams es el principal vehículo actual de este tipo en el Ejército de Estados Unidos.
Los tanques Abrams pesan más de 60 toneladas y fueron llevados a Washington desde Fort Stewart, en Gerogia. La Casa Blanca declinó entregar más información al respecto. Trump recordó su visita a la planta donde se remodelan estos tanques, la que había estado cerca de cerrar, pero que se ha mantenido gracias los fondos de defensa de su propia administración.
Abogados federales, oficiales y otros personeros han mostrado sus preocupación debido a que Trump podría alterar el tono de lo que tradicionalmente se celebra como una fiesta no partidista. El mandatario estadounidense anunció unos días atrás sus planes para ir por la reelección.