Por ley, Alemania debe reducir sus gases contaminantes en un 65% para 2030 y respecto a los niveles de 1990. Un objetivo que cada vez se ve más difícil de alcanzar, considerando, por ejemplo, que el sector del transporte incumplió su meta de emisiones anuales en 2023.
Ante ello, algunos plantean medidas radicales. Así el Ministro de Transporte de Alemania, Volker Wissing, amenazó con prohibir de manera indefinida el uso del auto durante los fines de semana.
En una carta al medio alemán Bild, el político ha expresado que si la coalición gobernante no aprueba las reformas a la ley de protección climática antes de julio creadas para cumplir los objetivos climáticos, habrá que adoptar medidas severas.
Señala que “el hecho de que la enmienda aún no esté en vigor genera considerables incertidumbres jurídicas y fácticas” y que “esto no beneficia ni al clima ni a la reputación del gobierno federal”.
La enmienda planificada a la ley de reducción de emisiones en Alemania revisa el cumplimiento de los objetivos climáticos analizando todos los sectores en conjunto, en lugar de hacerlo de manera individual. Así, si no se cumple el objetivo general dos años seguidos, el Gobierno federal deberá decidir en qué sector y mediante la aplicación de qué medidas se alcanzará la cantidad permitida de emisiones de dióxido de carbono hasta 2030.
Wissing planteó que, de no aprobarse la enmienda, el Ministerio de Transporte tendrá que aplicar “medidas restrictivas que son difíciles de comunicar a la población, como la prohibición total e indefinida de conducir los sábados y domingos”.
Reacciones a la controversia
Tras las declaraciones del ministro alemán, las respuestas de partidos opositores y de organizaciones medioambientales no se hicieron esperar, tachando el anuncio de “simplemente erróneo”.
Julia Verlinden, líder adjunta del partido de Los Verdes, señaló que las afirmaciones de Wissing son falsas, y añadió que los ministros no deberían atizar los temores de la población para salirse con la suya.
Por su parte, Clara Thompson, experta en movilidad de Greenpeace, declaró a la Agencia de Prensa Alemana que “Wissing ha desperdiciado dos años bloqueando todas las medidas de protección climática en el tráfico rodado; ahora inventa escenarios aterradores para no tener que hacer nada en el futuro tampoco”. Además, tacha el movimiento de una manera de distraer descaradamente la atención de sus propios fracasos.