Nadie duda de la relevancia y hegemonía de los SUV en la industria automotriz. Es el segmento de moda, el de mayor crecimiento y el que ofrece el mayor número de opciones en el mercado. Incluso, hay marcas tradicionales que volcaron prácticamente todo su catálogo hacia esta tipología.

Volkswagen es una de las marcas que apuesta buena parte de sus fichas a los SUV, aunque de todas maneras continúa ofreciendo compactos y sedanes.

Pero los utilitarios son los que están entregando el volumen y para potenciar ese crecimiento llegó a finales del año pasado el Taos, instalándose entre el T-Cross y el Tiguan.

Es un SUV construido en la provincia de Buenos Aires, específicamente en la planta de General Pacheco, que tiene como principales competidores al Toyota Corolla Cross y al Jeep Compass.

El origen argentino no es muy bien recibido por los consumidores nacionales. Es común leer comentarios acerca de la menor calidad de los materiales y de menor comodidad, pero con el VW Taos esa percepción queda fuera de foco. O es la excepción a la regla si algunos así lo quieren ver. Es la impresión que nos dejó tras manejarlo por un par de días, comprobando las bondades que llegaban desde el país transandino, además del cartel que tiene por ser el único modelo con 5 estrellas en la LatinNCAP según el nuevo protocolo del ente regional.

Es un argentino de esos que uno quiere en su equipo. Como los talentosos volantes que llegaban al país en los años 90. Y no solo por la calificación en seguridad, sino por su andar, por la eficiencia que demuestra en carretera, por la comodidad interior.

El inconveniente mayor en estos días es el precio. Nuestra unidad probada, la tope de gama, tiene un valor de $ 26.990.000 (el Taos desde empieza en $ 23.590.000), sin duda algo elevado, más considerando que cuando llegó al país en agosto del año pasado su precio, para la misma versión Highline, era de 3 millones menos (claro que era precio de lanzamiento). Pero son los costos actuales, con valores que se elevaron por diversos motivos y que, con casi seguridad, podemos señalar que no volverán a bajar, no por lo menos en el porcentaje que se incrementó en el último año.

Amplio, cómodo y tecnológico

Para desmenuzar el Volkswagen comenzaremos por el diseño. Acá nos encontramos con líneas que extienden todo lo que es un SUV global. Nada muy rupturista, tal como es Volkswagen con el resto de sus modelos.

Eso sí, tiene puntos llamativos, como el frontal con una X negra en la parte que cruza la parte baja, también las tomas de aire reales que mejoran la aerodinámica y el equipamiento full LED con tecnología IQ Lights en esta versión, que mejora la visibilidad de noche y además evita el deslumbramiento a los que vienen en contra nuestra.

Otro detalle que queda muy bien y que es parte de los nuevos modelos de VW (incluso en la nueva ID. Buzz que se estrenó hace unos días a nivel mundial) es la tira lumínica LED que atraviesa de forma horizontal la entramada parrilla. Buen diseño, nada muy vanguardista, pero se ve moderno y correcto.

Construido sobre la plataforma modular MQB de la marca, en el interior nos encontramos con un amplio espacio, muy buena confortabilidad y bastante tecnología.

Gracias a dimensiones normales para el segmento (4.466 mm de largo, 1.841 mm de ancho y 1.636 mm de alto), la muy buena distancia entre ejes que se consigue, debido a un diseño que contempla voladizos cortos, nos permite tener un ambiente cómodo, tanto en los asientos delanteros como en las plazas traseras.

Precisamente para destacar el espacio para las piernas que queda en los asientos posteriores, aunque la plaza central estará algo más incómoda, tanto por el túnel de la transmisión, como por el respaldo que es un poco más duro que los asientos laterales. Como detalle, si se necesita más espacio en el maletero para productos largos, se puede abrir una pequeña ventana por el asiento central trasero, permitiendo más opciones de carga, aunque los 500 litros de capacidad parecen más que suficientes.

En cuanto a la calidad de materiales, el panel central tiene algunos plásticos duros que no se sienten muy bien al tacto, pero las puertas delanteras (solo en las delanteras) sí cuentan con materiales más blandos y de mejor calidad. Ahora, para dejar objetos, no hay espacios muy grandes, los bolsillos de las puertas son pequeños, aunque cabe una botella de medio litro. Los posavasos entre los asientos delanteros también son muy chicos.

También con esta versión está el sunroof panorámico, el que llega hasta la cabeza de los asientos traseros, aumentando la sensación de espacio interior al recibir la luz externa. Y como detalle la presencia de luces ambientales (Led Ambient Lights), que se pueden ajustar de manera simple desde la pantalla central y adaptar a los colores que uno desee. Un elemento que, si bien no es relevante para el andar, es más un juguete y le permitió a mi hija de nueve años ir cambiando la ambientación.

En líneas generales entonces se aprecia un producto de buena calidad, firme y que demuestra la preocupación de la marca por estar a la par, o sobre, sus rivales más directos, incluyendo asientos ajustables de forma eléctrica, algo que en otras marcas no se considera importante de sumar en el equipamiento.

Este afán de dar un salto también queda de manifiesto con la tecnología y las dos pantallas digitales. Es muy similar a lo que se encuentra en modelos como el VW Virtus.

Frente a los ojos del conductor nos encontramos con una pantalla muy personalizable que la marca denomina ActiveInfoDisplay. Con una gran resolución, nos entrega desde la información básica de manejo a los datos de la música que estamos escuchando, la autonomía restante. Lo bueno de este sistema es que es sencillo de manejar desde los mandos en el volante y no se debe estar horas aprendiendo su funcionamiento.

En el centro del panel está presente una radio touch de 10′'. Este equipamiento cuenta con VW Play, la plataforma de entretenimiento de la marca integrada solo por botones virtuales y sensibles al tacto.

En este punto el Taos se luce, puesto que es muy fácil de asociarlo al smartphone, permitiendo que funcione de manera inalámbrica con los sistemas operativos Apple CarPlay y Android Auto. Además, también cuenta con cargador inalámbrico por inducción y con puertos USB-A (el tradicional) y el nuevo USB-C. En las plazas traseras también hay otros puertos USB para que los pasajeros de esos asientos puedan cargar sus móviles, así es que otro punto a favor pensando en los ocupantes.

La eficiencia de un motor conocido

La impresión exterior e interior es bastante buena. Pero ahora vamos a lo más importante, el andar que nos entregará.

En el papel, todo indica que andará bien, pues se mueve gracias al conocido motor turboalimentado 1.4 TSI del Grupo Volkswagen. Desarrolla 150 Hp con un par de 250 Nm, asociado a una caja automática de seis marchas. Y para los que se pregunten si hay opciones con tracción integral, les comentamos que no existen esas alternativas, es solo 4x2 el Taos.

Lo que en el papel pintaba bien, lo confirmamos en pocos metros. Salida limpia, suave, sin esfuerzos y una entrega de potencia rápida y constante, lo que demuestra la elasticidad del motor.

A diferencia de otros SUV, en este caso encontramos una respuesta inmediata, ofreciendo agilidad en zonas urbanas, lo que se apoya en una dirección directa y precisa, que nos permite llevar con suavidad el mando.

El trabajo con la caja es otro acierto de la marca. Tal vez sería más rápida con una DSG de doble embrague, pero la verdad es que esta transmisión automática de seis marchas responde rápido, los pasos de marcha son suaves y permite estirar el corte para aprovechar la potencia. Ahora, si queremos un manejo más personalizable -al margen de los ajustes en modos de manejo que se puede hacer- podemos ir moviendo las levas en el volante y conseguir otro tipo de reacciones más inmediatas.

En este buen trabajo, lo que más nos gustó fue la entrega de torque. Si ya presagiábamos que los 250 Nm desde las 2.000 rpm serían una cifra más que correcta, lo interesante es que tenemos torque desde regímenes muy bajos, dejando una sexta marcha larga que permite mejorar consumo.

Eso es algo para destacar. El rendimiento es medianamente bueno, cercano a los 10 km/l, pero al movernos en autopistas, ese número supera los 13 km/l gracias al menor esfuerzo que provoca el motor, de hecho, a 100 km/h la aguja no supera las 2 mil rpm, lo que redunda en mayor confortabilidad.

La comodidad y el buen confort de marcha es otro punto a destacar. El trabajo de aislación está muy bien logrado, aunque a velocidades altas existe cierto zumbido por aerodinámica. Pero en el general no se traspasan ruidos al habitáculo y los ocupantes pueden viajar de manera tranquila.

Esa comodidad interior también se ve favorecida por la suspensión, que soporta sin inconvenientes los problemas del camino, sin llevar golpes secos ni dureza a los pasajeros. Sin duda, el sistema de suspensión trasera multilink ayuda a que el vehículo copie de mejor manera los baches y que entregue más estabilidad, aunque no confiarse y creer que se está sobre un VW Golf. Obviamente habrá diferencias, el Taos se inclinará un poco más que un hatchback en las curvas por algo tan simple como la física, aunque la transferencia de peso tampoco es tan significativa, permite moverse con seguridad y enfrentar curvas sin dilemas.

Por último, mencionar el equipamiento de seguridad. Para un vehículo que supera los $ 25 millones debería ser estándar contar con un completísimo equipamiento, pero a veces eso no ocurre.

En este caso, dispone de seis airbags, ABS+EBD, control de estabilidad y de tracción, frenado de emergencia en ciudad y autónomo, asistente de arranque en pendiente, monitorización de peatones, detector de punto ciego (en esta versión) control crucero adaptativo con Stop & Go, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, cámara de retroceso, detector de fatiga, entre otros elementos, los que le permitieron ganar el máximo de estrellas de LatinNCAP.

En consecuencia, un modelo bien construido, con un diseño jugado para lo que acostumbramos a ver en Volkswagen, que ofrece buen espacio interior y calidad de materiales correcta, lo que se suma a un muy eficiente andar, con un motor asociado de gran manera a la caja, sustentado sobre una suspensión que prioriza el confort de marcha y la comodidad de los ocupantes.

Como se ve, un muy buen producto, que no se hace cargo de prejuicios respecto del origen argentino y que tiene armas poderosas para competir de igual a igual en el creciente segmento de los SUV. Y si el precio es alto, tampoco escapa a lo que se encuentra en el mercado y que ahora ya se considera normal.

Volkswagen Taos TSI AT Highline

Ficha técnica

Motor: 1.4 TSI

Potencia: 150 Hp

Torque: 250 Nm

Caja: AT 6 velocidades

Largo x ancho x alto: 4.466 mm x 1.841 mm de ancho x 1.636 mm

Distancia entre ejes: 2.689 mm

Maletero: 500 litros

Tracción: 4x2

Precio: $ 26.990.000