Volvo choca su modelo más compacto contra el más grande como prueba de la seguridad
El enorme EX90 se estrella contra la puerta del conductor de un pequeño EX30 para comprobar que lo esencial es invisible a los ojos.
Desde su fundación hace casi 100 años, Volvo ha mantenido un compromiso notable con la seguridad automotriz, convirtiéndose en un referente en la industria por sus innovaciones, tales como el cinturón de seguridad de tres puntas introducido en 1959, el cual fue liberado para que todos los fabricantes puedan aplicar este importante elemento, que ha salvado incontables vidas desde su aparición.
Es por esto que el departamento de ingeniería de la marca sueca nunca deja de trabajar, introduciendo en cada modelo alguna mejora que eleve aún más el estándar de seguridad aplicado. Siendo muestra de ello la reciente prueba de choque realizada por la marca entre su modelo más compacto y el modelo más grande dentro de su line up actual: el recién lanzado en Chile EX30 y el buque insignia EX90.
El EX30 es un crossover compacto de 4.2 metros de largo y propulsión 100% eléctrica que se construye en territorio chino para alcanzar un precio de venta tremendamente atractivo, siendo además el Volvo más accesible comercializado en la actualidad. Mientras que el EX90 un modelo 100% eléctrico, desarrollado a partir de la base del espectacular XC90, ofreciendo capacidad para 7 pasajeros en una carrocería de 5 metros de largo más de 2.6 toneladas de peso.
La diferencia de peso en ambos productos podría significar un comportamiento totalmente distinto ante un accidente, razón por la cual el equipo de ingenieros de la marca decide aprovechar sus laboratorios de pruebas de choque para realizar un ensayo real de cómo los soportes estructurales del pequeño EX30 pueden asegurar la integridad de sus ocupantes incluso en un impacto contra un vehículo mucho más voluminoso.
Sin embargo, para Volvo eso no parece ser un problema, ya que la estructura del EX30 ha sido diseñada para disipar la energía sin perder su forma básica, asegurando que las dimensiones del habitáculo se mantendrán casi intactas sin importar el tipo de impacto, incidiendo directamente en la integridad de los ocupantes, ya que se reduce el riesgo de que puedan quedar atrapados en su interior.
Por otro lado, la zona delantera del EX90 también ha sido diseñada para absorber la energía del golpe y no causar tanto daño al otro vehículo, por lo que también contribuye a este buen resultado, a pesar de que el EX30 circulaba a 20 km/h cuando fue impactado por el EX90 a 50 km/h.
La prueba realizada en el Volvo Safety Centre fue documentada por Thom Löv y puedes ver el video completo, que incluye una breve visita al museo de la marca a continuación.
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