Una nueva normativa del Ayuntamiento de Roma ha cambiado no solo la vida de los locales, sino también de los turistas que visitan los distintos atractivos del lugar. Pensada como una forma de preservar el patrimonio cultural, desde ahora las personas que visiten Roma ya no podrán sentarse en ninguno de los 135 peldaños que componen la escalinata de la Plaza de España. Si lo hacen, uno de los ocho agentes de la Policía que vigilan el sector pueden multarlos con hasta 150 euros.
Según indicó la concejala municipal Anna Vincenzoni a la agencia de noticias Efe, la iniciativa es necesaria debido a la cantidad de turistas que visitan Roma y dañan los monumentos. "Hasta que este tipo de turista no sea educado este es el camino correcto a seguir", agregó a medios locales.
Por años, Roma ha intentado cuidar los monumentos de las constantes visitas de turistas y evitar el desgaste que genera. En el año 2012 el alcalde Gianni Alemanno pasó una regulación para prohibir que los turistas comieran en los monumentos.
La escalinata de la Plaza de España está hecha de mármol y fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue inaugurada en 1725 por el papa Benedicto XIII y es uno de los lugares más icónicos de la ciudad.
La orden municipal aplica no solo a esta escalinata en particular, sino también a todos los monumentos de la capital, tales como la Fontana di Trevi. Además de esto, también prohíbe acceder a lugares públicos con vestimenta "indecente". Con estas nuevas políticas la autoridad espera disminuir el comportamiento indeseado, tales como turistas que se pasean por los lugares sin polera, que comen y ensucien zonas históricas, o se bañan en las piletas.
Las multas para aquellos que se sienten en los monumentos puede ascender a los 150 euros, mientras que aquellos que dañen las estructuras podrían pagar hasta 400 euros.