48 personas han perdido la vida a causa de las inundaciones y los derrumbes provocados por las lluvias torrenciales que azotan Japón, donde hoy continúan las labores de rescate de heridos y la búsqueda de unos cincuenta desaparecidos.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA), que pronostica lluvias récord hasta el domingo, ha pedido a la población que extreme la precaución ante el riesgo de accidentes relacionados con derrumbes y deslizamientos de tierra, incluso si la lluvia cesa, porque las intensas precipitaciones han reblandecido el terreno.
La cadena pública de televisión NHK -con un amplio despliegue en todo el país, incluidos helicópteros- retransmite en directo imágenes de localidades inundadas, casas parcialmente sepultadas en laderas de montañas y puentes y carreteras destruidos.
La mayoría de los fallecidos, sobre todo en Hiroshima y Ehime, fueron arrastrados por las crecidas de los ríos, cayeron accidentalmente a sus aguas o se vieron sorprendidos en sus viviendas por aludes de tierra y la subida del nivel del agua.
La prefectura de Gifu (centro del país) es la única que sigue en alerta máxima después de que se levantaran progresivamente las decretadas en Fukuoka, Nagasaki, Saga, Hiroshima, Kioto, Okayama, Tottori y Hyogo.
Otras 26 de las 47 provincias del país asiático siguen en alerta (aunque de menor grado), por el riesgo de accidentes.
En Okayama, una de las más afectadas, unas ochenta personas quedaron temporalmente aisladas tras inundarse una residencia de ancianos, mientras que más de una decena de ciudadanos se refugió en el tejado de su vivienda para huir de la crecida del agua.
Además, cerca de un centenar de personas quedaron atrapadas la noche del viernes en un complejo de viviendas de Hiroshima por inundaciones en la zona y fueron rescatadas por los cuerpos de salvamento, que las trasladaron hasta un lugar seguro a través de las aguas, según la agencia de noticias local Kyodo.
Entre los aislados por el temporal, algunos han solicitado también provisiones al haberse quedado sin alimento.
Los cuerpos de seguridad han recibido más de un centenar de peticiones de rescate, dijo hoy el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa en la que detalló que el Gobierno ha establecido un gabinete de crisis.
Unos 48.000 efectivos, entre soldados de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército), policías y bomberos, participan en las labores de búsqueda y recuperación de heridos, alrededor de medio centenar de desaparecidos y los cuerpos de los fallecidos.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó de "muy seria" la situación y pidió a las autoridades locales que den prioridad a "salvar vidas" y tomen medidas para evitar más daños.
Las lluvias torrenciales también afectaron la red de transporte, con la suspensión de los servicios del tren bala (Shinkansen) en casi todo el territorio, así como a la actividad comercial y empresarial.
El constructor automovilístico Mitsubishi Motors suspendió la producción en su planta de Okayama ante la falta de suministros de componentes, mientras que Daihatsu Motor, la unidad de fabricación de minivehículos de Toyota Motor, hizo lo propio con sus factorías de Osaka y Kioto por el mismo motivo.
Japón no vivía un desastre así desde agosto de 2014, cuando 77 personas murieron en Hiroshima por lluvias torrenciales.