“No puedo respirar”. Las últimas palabras de George Floyd antes de morir asfixiado a manos de un policía blanco se transformaron en una suerte de emblema del movimiento Black Lives Matter. Desde entonces, la lucha contra la violencia racial logró eclipsar por un momento la pandemia con masivas protestas a nivel nacional. De paso, se transformó en un tema clave de la campaña electoral, obligando a ambos candidatos presidenciales a visitar uno de los focos.

En los últimos años varios casos, como el de Trayvon Martin (17), muerto tras un tiro por parte de un vigilante voluntario a solo 60 metros de la casa de su padre en 2012 en Orlando, o el de Walter Scott (50), detenido por una luz rota en un estacionamiento en Carolina del Sur y que recibió ocho tiros por la espalda en 2015, mantenían un descontento acumulado, pero dormido entre los afroamericanos, que representan el 13,4% de la población del país.

El caso Floyd desató la ira contenida, provocando una violenta confrontación con la policía en distintos puntos del país, que además expuso casos anteriores, como los de Breonna Taylor y Daniel Prude, ambos asesinados en marzo por la policía. Según la ONG Mapping Police Violence, el año pasado 1.098 personas murieron bajo custodia policial, de ellos un 24% eran afroamericanos.

Minnesota

El 25 de mayo, George Floyd (46) murió bajo custodia policial después de pasar 8 minutos con la rodilla de un agente en su cuello. Un video captó el incidente y el desesperado pedido de ayuda de este ciudadano afroamericano. En la segunda noche de movilizaciones contra la violencia policial, que se extendieron por dos semanas en EE.UU. y otros países, un hombre murió baleado en la Minneapolis y días después en las protestas de Detroit un joven de 19 años falleció en un tiroteo.

La escalada de violencia llegó hasta la Casa Blanca. El 31 de mayo, el Presidente Donald Trump se habría refugiado en un búnker debido a las movilizaciones.

Georgia

En medio de la convulsión social desatada por el caso Floyd, la prensa estadounidense reveló que el 12 de junio, Rayshard Brooks (27), se quedó dormido en el estacionamiento de un local de comida en Atlanta, donde fue aprehendido por la policía. Tras dar positivo a la alcoholemia y luego de un forcejeo con los agentes, el hombre intentó huir y recibió un disparo.

El caso provocó el arresto de los agentes, la renuncia de la jefa de la policía local y una serie de cortes en las carreteras por las marchas. Tan solo un mes antes, el estado vivió una conmoción tras la revelación de un video de febrero en que Ahmaud Arbery (25) es asesinado por dos hombres blancos que lo encontraron “sospechoso”, mientras el joven estaba trotando cerca de su casa

Wisconsin

La indignación por la brutalidad policial llegó hasta Kenosha, el domingo 23 de agosto, después que un transeúnte grabó con su celular el momento exacto en que la policía le disparó siete veces por la espalda a Jacob Blake (29), cuando este intentaba subirse a su vehículo en el que estaban sus tres hijos en el asiento trasero. Debido a la magnitud del ataque, el joven quedó parapléjico.

Tras cuatro noches de violentos enfrentamientos con la policía, saqueos y quema de vehículos, hechos que derivaron en un toque de queda y en el despliegue de miembros de la Guardia Nacional, un adolescente de 17 años y parte de una “milicia urbana”, abrió fuego contra los manifestantes, dejando dos muertos y un herido.

California

Al menos 20 disparos habría recibido Dijon Kizzee (29) el 31 de agosto, cuando iba en su bicicleta por Los Angeles y fue detenido por dos policías por una “violación al código vehicular”.

De acuerdo con la versión policial, el joven después de oponerse a un arresto dejó caer ropa en la que había una pistola semiautomática. El movimiento Black Lives Matter convocó entonces una serie de movilizaciones en Westmont. Según CNN, el tiroteo se produjo a menos de tres meses desde que un policía mató a Andrés Guardado (18) con cinco tiros por la espalda.

Oregon

Portland revivió la polarización reinante en el país. Tras meses como la ciudad “resistencia” contra la violencia racial, la urbe vivió un confuso incidente el sábado pasado, cuando una caravana de vehículos en respaldo a la reelección de Donald Trump se enfrentó con manifestantes antirracistas.

Horas después, un tiroteo dejó un fallecido, identificado como Aaron Danielson (39), del movimiento de ultraderecha Patriot Prayer. En un vuelco que evidencia la alta tensión EE.UU., durante la jornada de este viernes el FBI informó que el presunto atacante al momento de ser detenido fue asesinado por un agente federal.

La presencia de grupos extremistas amenaza con ahondar más en la división de los estadounidenses a solo dos meses de las elecciones, mientras que tanto Trump como Joe Biden visitaron esta semana Kenosha, tomando posturas radicalmente opuestas para convencer a los votantes.