
A 50 años de la caída de Saigón: el hito que marcó el fin de la guerra de Vietnam
En 1975, tras la caída de Saigón y la reunificación de Vietnam, la ciudad fue renombrada Ciudad Ho Chi Minh en honor al líder revolucionario comunista. Veinte años después, las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Vietnam se restablecieron.

“Es como si el mundo se hubiera derrumbado”, comenta Thi Xa Nguyen al diario The Guardian, recordando 50 años atrás la caída de Saigón. Vivía en la ciudad costera de Vung Tau, lugar al que se habían retirado los soldados del Ejército de la República de Vietnam (ARVN), la principal fuerza militar de Vietnam del Sur durante la guerra de Vietnam. A 12 horas de caminata, en Long Thanh, la madre de Nguyen esperaba. Solo había una manera de saber si sus hijas estaban vivas mientras su patria caía: así que comenzó a caminar.
Al igual que la guerra misma, la fecha que conmemora su fin tiene muchos nombres. Para millones de vietnamitas hoy en día es giải phóng (la liberación); pero para muchos es la caída de Saigón o ngày vong quốc (el día en que se perdió el país). Nguyen dice que fue el día del sụp trời (la caída del cielo).
Este miércoles se cumplen 50 años desde que el Ejército Popular de Vietnam del Norte capturó Saigón, la capital de la República de Vietnam del Sur, poniendo fin a una guerra que duró casi dos décadas, cobrándose más de un millón de vidas y dejando a miles de desplazados. En 1975, tras la caída de Saigón y la reunificación de Vietnam, la ciudad fue renombrada Ciudad Ho Chi Minh en honor al líder revolucionario comunista.
Durante semanas Vietnam ha estado preparando a Ciudad Ho Chi Minh para el aniversario de un momento decisivo en la historia del país: el 30 de abril de 1975 las fuerzas norvietnamitas asaltaron el Palacio Presidencial en Saigón, sede del gobierno de la entonces República de Vietnam. La victoria del régimen comunista sobre los ejércitos aliados de Estados Unidos en el Sur puso fin a un costoso conflicto derivado de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial y unificó el país.

Cincuenta años después Vietnam celebra el 30 de abril como nunca antes. Pero entre la fanfarria de desfiles, fuegos artificiales y exhibiciones aéreas, continúa un antiguo debate sobre cómo llamar a la festividad, un sutil reconocimiento de las cicatrices persistentes de una guerra polémica, destaca el diario Los Angeles Times.
La denominación oficial es “Día de la Liberación del Sur y la Reunificación Nacional”, pero se le conoce con muchos otros nombres. Los vietnamitas afines al Partido Comunista gobernante suelen referirse a él como el Día de la Liberación o el Día de la Victoria, mientras que quienes se reasentaron en Estados Unidos aún utilizan términos como Abril Negro o Día Nacional del Resentimiento. Muchos vietnamitas en Hanoi -la capital del país- y Ciudad Ho Chi Minh dicen que simplemente lo llaman el 30 de abril.
En vísperas del 50º aniversario bajo el mando del general To Lam, quien asumió el liderazgo del Partido Comunista de Vietnam en agosto pasado, los académicos dicen que los medios estatales y el gobierno han adoptado el término abreviado “Día de la Reunificación”.
“Ha sido un tema divisivo para los vietnamitas dentro de Vietnam, y también entre el gobierno vietnamita y la diáspora”, dijo Tuong Vu, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Oregon y director fundador de su Centro de Investigación EE.UU.-Vietnam. “Pero este año han hablado un poco más sobre la reconciliación y la unificación nacional”, comentó al Times.

La guerra de Vietnam duró casi 20 años, desde 1955 hasta 1975. En ella murieron más de 58.000 estadounidenses, y muchas veces más esa cifra de vietnamitas. Se estima que entre 970.000 y 3 millones de vietnamitas perdieron la vida, incluyendo soldados y civiles.
Para Vietnam, el conflicto comenzó casi inmediatamente después de la lucha de casi una década para expulsar a los colonos franceses. La Primera Guerra de Indochina, que duró de 1946 a 1954, fue un conflicto colonial en el que Francia se enfrentó al movimiento nacionalista vietnamita, el Viet Minh, liderado por Ho Chi Minh, que buscaba la independencia de Indochina Francesa. El Viet Minh, con apoyo de China y la Unión Soviética, buscaba liberar a Vietnam del dominio colonial francés, que, a su vez, era respaldado por Estados Unidos. El conflicto culminó con la derrota decisiva de las fuerzas francesas en Dien Bien Phu en 1954.
Después de que los franceses abandonaran Indochina, en la Conferencia de Ginebra se decidió el abandono de la colonia asiática, la separación de Vietnam en dos Estados soberanos (Vietnam del Norte y Vietnam del Sur) y la celebración de un referéndum un año después donde los vietnamitas decidirían su reunificación o su separación definitiva.

Pero los dirigentes del Sur, alineados con Estados Unidos, optaron por dar un golpe de Estado y no celebrar este referéndum para evitar que ganara la reunificación. Por este motivo Vietnam del Norte -de régimen comunista bajo Ho Chi Minh- comenzó las infiltraciones de soldados en apoyo del Vietcong (Frente Nacional de Liberación de Vietnam) para anexionarse a Vietnam del Sur. Washington, en virtud de la Doctrina Truman y la teoría del dominó (contener la expansión del comunismo), envió recursos y -a partir de 1964- tropas a Vietnam del Sur para evitar la conquista por el norte comunista, dando lugar al conflicto.
Una supuesta provocación de Vietnam contra un buque en el Golfo de Tonkin dio pie para que el Presidente estadounidense, Lyndon B. Johnson, respondiera con un ataque militar el 7 de agosto de 1964, incidente que marcó el ingreso oficial de Estados Unidos en la guerra. Así comenzaba lo que luego sería la derrota militar más vergonzosa que sufriría la superpotencia en su historia.
A pesar de los acuerdos de París del 27 de enero de 1973, que preveían un alto el fuego, la liberación de prisioneros de guerra y la retirada de las tropas estadounidenses de Vietnam del Sur en 60 días, el conflicto continuó hasta abril de 1975, cuando las tropas comunistas invadieron Vietnam del Sur y tomaron Saigón, ciudad que luego cambió su nombre por el de Ho Chi Minh, un expresidente, militar y poeta considerado un héroe de la resistencia.
A pesar del avance de los insurgentes del Vietcong, el entonces Presidente estadounidense Richard Nixon no quería rendirse, luego de que fueran desplegados en Vietnam del Sur 1,2 millones de soldados saigoneses, agrupados en 13 divisiones. Afectado por el escándalo de espionaje conocido como el caso Watergate, el republicano renunció a la presidencia en agosto de 1974 y su cargo fue ocupado por el vicepresidente Gerald Ford, quien no pudo convencer al Congreso para que impidiera que Saigón cayera en manos de los guerrilleros comunistas.
El 28 de abril de 1975, el entonces embajador norteamericano Grahan Martin huyó de Saigón con un helicóptero ubicado en la azotea de la embajada, luego de que las fuerzas del sur cayeran derrotadas por el avance imparable de los comunistas del norte.
La ofensiva se aceleró entre el 27 y el 29 de abril, mediante una serie de combates encarnizados, casa por casa, y concluyó el 30 de ese mes cuando tres tanques PT76, cargados de combatientes del Vietcong, derribaron el muro del Palacio Presidencial de Saigón.

El Presidente de Vietnam del Suur, Duong Van Minh, quien gobernó durante dos días el país, tras la renuncia de Nguyen Van Thieu, dijo por radio a los comunistas: “Nosotros estamos aquí para entregarles el poder y evitar baños de sangre”.
El 30 de abril, el coronel norvietnamita Bui Tin aceptó la rendición del general Van Minh, tras asegurarle que “no tenía nada que perder” por el fin de la guerra.
“Entre vietnamitas no hay victoria y no hay derrotados. Solo los norteamericanos han sido derrotados. Si usted es un patriota, considere este momento de alegría. La guerra por nuestro país ha terminado”, señaló Tin.
En 1976 el país fue reunificado bajo el nombre de República Socialista de Vietnam. Más de un millón de los llamados "boat people" (inmigrantes que viajaban en barco) huyeron de Vietnam del Sur entre 1975 y 1989. La mayoría se estableció en Estados Unidos.
Las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Vietnam se restablecieron en 1995, y a mediados de noviembre de 2000 el entonces presidente Bill Clinton, quien se opuso a la guerra de Vietnam y evitó el servicio militar, visitó el país asiático. Ningún otro líder estadounidense había visitado oficialmente Hanoi, convirtiendo así al mandatario demócrata en el primero en viajar a Vietnam desde que las tropas norteamericanas se retiraron del país en 1975. Antes de su llegada, Clinton expresó su esperanza de que su presencia “abra una nueva página en nuestras relaciones... una que, con suerte, ponga fin a las divisiones”.

Estados Unidos y Vietnam anunciaron una asociación amplia en 2013. El comercio bilateral creció a casi US$ 35.000 millones en 2014. Ese año el país asiático se convirtió en el máximo exportador de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) con destino a Estados Unidos, según un informe de la BBC. Así, con producción capitalista, Vietnam desplazó a otras potencias regionales como Tailandia, Malasia o Filipinas.
Según Los Angeles Times, Vietnam se ha beneficiado de mantener fuertes lazos bilaterales con China y Estados Unidos, sus dos principales socios comerciales, incluso cuando la rivalidad entre las dos superpotencias se ha intensificado.
“Simplemente se esforzaron por forjar relaciones con todos y convertirse en un actor importante gracias a su desarrollo económico”, dijo Scot Marciel, exembajador radicado en Vietnam cuando este país reanudó relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1995. “La comunidad empresarial ha tendido a ver a Vietnam como una estrella en ascenso en la región. Ha sido un enfoque muy firme y pragmático”.

Pero la administración de Donald Trump podría estar tomando medidas que empañen esa promesa. Este mes, el Presidente republicano propuso un arancel del 46% a las importaciones estadounidenses procedentes de Vietnam, lo que podría frenar el crecimiento manufacturero y económico del país asiático. Diversos medios de comunicación han informado que Trump también ha pedido a los diplomáticos estadounidenses de alto rango en Vietnam que no asistan a las festividades del 30 de abril.
Vietnam también invitó a militares de China, Camboya y Laos a participar en su desfile festivo. “Vietnam prioriza su relación con aliados regionales e ideológicos tanto como esta alianza estratégica con Estados Unidos”, afirmó An Nguyen, historiador y profesor de la Universidad de Maine. “Mantener ese equilibrio, creo, se está volviendo mucho más difícil en el contexto actual”.
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