Aún no se sabe su sentencia, pero ya están sacando cálculos. Este lunes, el expresidente Donald Trump tomó parte en la audiencia por uno de los distintos casos que está enfrentando en la corte de Manhattan: el del pago a la actriz porno Stormy Daniels para que guardara silencio respecto a un affaire que habrían tenido en 2006. Una instancia que significa un triste récord para el republicano: se convirtió en el primer expresidente de EE.UU. que se enfrenta a un juicio penal.
Trump, de 77 años, tiene otros tres casos penales que están estancados por disputas legales y que podrían no ocurrir antes de las elecciones en las que él es el candidato republicano que desafía al presidente demócrata Joe Biden. Dos de los otros casos se refieren a sus intentos de revertir su derrota electoral de 2020 y uno a la retención de documentos clasificados después de dejar el cargo en 2021.
Está acusado de falsificar registros para encubrir un pago de 130.000 dólares que su entonces abogado Michael Cohen le hizo a Daniels en los últimos días de la campaña presidencial de 2016 para comprar su silencio sobre un encuentro sexual de 2006 que ella dijo que había tenido con él en un hotel de Lake Tahoe.
Aún no se sabe qué sentencia, si la hubiera, podría darle el juez a Trump si fuera declarado culpable Los fiscales ya acusaron al magnate de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales. La sentencia máxima por ese cargo es de uno a cuatro años de prisión.
Ahora bien, las chances de que el expresidente vaya a la cárcel son bajas: siendo un “debutante” en crímenes no violentos, es raro que sea sentenciado a cárcel. Sería más normal que lo castigaran con multas. Por otra parte, de ser sentenciado más allá de una multa, podría ser en un arresto domiciliario.
Como indica Reuters, en tanto expresidente, Donald Trump tiene un equipo del servicio secreto que lo custodia. En ese sentido, el mantenerlo 100% seguro detrás de las barras podría ser complicado logísticamente.
La Constitución de Estados Unidos sólo exige que los presidentes tengan al menos 35 años y sean ciudadanos estadounidenses que hayan vivido en el país durante 14 años. Ni una condena penal ni una sentencia de prisión afectarían la elegibilidad de Trump para el cargo. En teoría, incluso podría jurar como presidente desde la cárcel o desde el arresto domiciliario, si ganara las elecciones después de haber sido declarado culpable y sentenciado.
Justamente este lunes tuvo lugar una audiencia por el caso “Stormy Daniels”, el nombra artístico de la actriz a la que Trump habría pagado por su silencio. Además, es un hecho histórico: la primera vez que se juzga por lo penal a un expresidente de EE.UU. Eso sí, Trump ya había sido juzgado “políticamente” (impeachment) dos veces durante su mandato (2017-2021).
Los fiscales de Nueva York pidieron este lunes al juez multas contra Trump, y que se le recordara que podría ir a la cárcel por violar una orden de silencio sobre posibles testigos. Esto, porque en su red social, Truth, el expresidente ha hablado largo y tendido sobre el caso. “El acusado ha demostrado su voluntad de incumplir la orden. Ha atacado a los testigos del caso, en el pasado ha atacado a los grandes jurados del caso”, dijo el fiscal Christopher Conroy.
La orden de silencio dada por el juez del caso, Juan Merchan, establece que Trump tiene prohibido hacer declaraciones públicas sobre los testigos sobre su posible testimonio y sobre los fiscales, el personal del tribunal y sus familiares si las declaraciones tienen como objetivo interferir con el caso.
Según el expresidente, que también está listo para ser nominado como candidato presidencial, todo esto tiene que ver con la posibilidad de su victoria en noviembre. “Esto es una persecución política, una persecución como nunca antes. Es un asalto a EE.UU. Y por eso estoy muy orgulloso de estar aquí. Esto es un asalto. Contra nuestro país. Y es un país que está fracasando”, declaró Trump en el inicio del juicio.
En detalles del juicio, el magistrado ha permitido de manera excepcional que los fiscales presenten pruebas del romance con la modelo de Playboy Karen McDougal. Sin embargo, impidieron que se dieran demasiados detalles. El fiscal Joshua Steinglass dijo al tribunal: “Tenemos la intención de probar que Karen McDouglas era una exmodelo de Playboy, y que afirma haber tenido relaciones románticas y sexuales con el señor Trump, incluso mientras la esposa del señor Trump, Melania, estaba embarazada de su hijo”. Agregó que “no tienen intención de describir actos sexuales o lugares” donde sucedió.
Pero el “hecho de que esto ocurrió mientras Melania estaba embarazada y después del nacimiento de su hijo, habla directamente de hasta qué punto el acusado cree que la historia podrá ser perjudicial para su campaña”, señaló el fiscal en la audiencia.
El abogado de Trump, Todd Blanche, argumentó que “el único valor es avergonzar al presidente Trump”, y que las afirmaciones de la Fiscalía eran “lascivas y sin valor”. El juez Merchan dijo que se debería permitir la entrada de pruebas excepto por “mencionar que la esposa del acusado estaba embarazada y esto continuó incluso después de que ella dio a luz”. “En este momento el valor prejudicial supera el valor probatorio” dijo.
Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada la semana pasada, encontró que casi dos de cada tres votantes consideraban que los cargos en el caso eran al menos algo serios. Uno de cada cuatro republicanos y la mitad de los independientes dijeron que no votarían por Trump si fuera declarado culpable de un delito grave.
Elegir un jurado entre un grupo de personas de un Manhattan fuertemente demócrata podría llevar varios días, seguidos de declaraciones iniciales y testimonios de testigos en el juicio presidido por el juez Juan Merchan. De hecho, el día terminó sin que ningún jurado estuviera sentado. Está previsto que el proceso de selección se reanude este martes.