Los colegios electorales de Brasil abrieron sus puertas esta mañana a las 8.00 (hora local), dando así el comienzo de la primera vuelta de las elecciones que enfrentan al actual mandatario, Jair Bolsonaro, contra el favorito y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, como principales candidatos a gobernar el país.

“¡Comienza el primer turno de las elecciones generales 2022! La justicia electoral desea una buena votación a todas y todos los brasileños. Cuenten con nuestro trabajo”, anunciaron en el Twitter del Tribunal Superior Electoral de Brasil.

Más de 150 millones de brasileños están citados para dirimir una de las elecciones más polarizadas que se recuerdan en el país, pero al mismo tiempo una con los resultados previsiblemente más claros, según han ido revelando las encuestas que desde hace meses no han cuestionado la victoria del expresidente Lula da Silva, quien podría incluso vencer en primera vuelta.

Desde que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) recuperó sus derechos políticos tras ser anuladas sus condenas, no ha habido sondeo que no le haya puesto de nuevo en el Palacio del Planalto 12 años después.

Consciente de ello, el aspirante a la reelección por el Partido Liberal (PL), Jair Bolsonaro, ha centrado su campaña en poner en duda el sistema electoral brasileño y en recordar el pasado con la Justicia de su rival, al tiempo que hacía frente a una pronunciada caída de su popularidad, siempre en entredicho, aunque todavía más tras su gestión de la pandemia.

Brasil decidirá su futuro en un momento en el que tiene que lidiar con índices récord de inflación, una desigualdad de tiempos anteriores, el desempleo, y los estragos de la pandemia, mientras existe el temor de que Bolsonaro no reconozca los resultados de las elecciones, después de que haya estado apelando en numerosas ocasiones al Ejército y poniendo en duda al Tribunal Supremo.