La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad de España, Carmen Calvo, solicitó a la Real Academia Española el encargo de estudiar la adecuación de la Constitución español a un lenguaje inclusivo. Pedido que ha provocado la división entre los académicos que forman parte de la entidad.
La ministra española solicitó reestructuración a la Constitución de manera inclusiva a las mujeres, ya que era un texto muy masculinizado.
Esta solicitud ha generado visiones contrarias entre los académicos de la RAE. De hecho Arturo Pérez-Reverte, uno de los miembros prometió abandonar la institución si se aprueba el lenguaje inclusivo en la Constitución.
Aunque otros expertos creen que "el tema está en la calle, en la prensa, en los bares" como dice Soledad Puérolas, escritora y miembro de la Academia. Y que por tanto hay que analizar la Constitución "y hablar de todo" indicó para El País.
Mientras que Manuel Gutiérrez Aragón, quien forma parte del grupo de expertos desde 2016 defiende que la RAE ha estado siempre en contra del lenguaje inclusivo "porque una cosa es la visibilidad de las mujeres y que ocupen cargos en las instituciones y otra que se fuerce el lenguaje".
Visión contraria es la de la filóloga Paz Battaner, académica hace un año, quien opina que la iniciativa del Gobierno no es "lo más importante que hay a que hacer ahora", pero que se puede estudiar cambiar el texto "con gracia y sentido de la lengua, sin forzarla…".
Diferentes visiones existen entre los académicos de la Real Academia Española que deben empezar a trabajar en la solicitud de la ministra desde la próxima semana en ello y por el que se esperaría hasta octubre el dictamen final, detalla el medio argentino La Nación.