El adelanto electoral anunciado por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, coincidirá con el arranque de la Presidencia de turno del Consejo de la UE, que España asumirá el próximo 1 de julio, lo que dejará al líder del PSOE con menos tiempo para hacer campaña, ya que tendrá algunos compromisos ineludibles que cumplir.

La primera cita obligatoria en la agenda del semestre español al frente de la UE será la comparecencia de Sánchez ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. A priori, su intervención ante el Pleno para exponer las prioridades del gobierno debería producirse el 13 de julio, después de participar en la cumbre de la OTAN prevista el 11 y 12 de julio en Vilna.

Asimismo, en los primeros días de julio el colegio de comisarios, con su presidenta, Ursula Von der Leyen, a la cabeza, tiene previsto desplazarse a Madrid, como es habitual cada vez que hay un relevo al frente del Consejo de la UE.

Por otra parte, Sánchez aún tendrá tiempo antes de las generales de encabezar una de las citas estrella del semestre: la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la primera desde 2015.

Tanto Sánchez, como el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, han venido expresando la importancia de la cumbre y la voluntad de España de que permita estrechar las relaciones entre ambos bloques, iniciando una nueva etapa.

Otro de los temas que desde el gobierno se ha indicado como prioritario es la negociación del Pacto de Migración y Asilo, cuyo acuerdo se resiste principalmente por las diferencias entre norte y sur y que España quería desatascar para conseguir cerrarlo antes de las elecciones europeas del 6 de junio de 2024. Asimismo, también está prevista la negociación de las nuevas reglas fiscales de la UE.

Pedro Sánchez escucha un discurso del líder del partido Vox, Santiago Abascal, durante una sesión parlamentaria en Madrid, el 21 de octubre de 2020. Foto: AP

El gobierno lleva meses trabajando en los preparativos del semestre español, que prevé la celebración en España de varios consejos sectoriales así como de una cumbre de líderes en Granada el 5 y 6 de octubre, a la que se sumará también una cumbre de la nueva Comunidad Política Europea.

Con estos compromisos internacionales a priori ineludibles, Sánchez tendría ya comprometidos al menos cinco días de las dos semanas de campaña electoral, que arrancará el 7 de julio, aunque en algunos de los casos seguramente podrá apurar los tiempos y participar en algún mitin esa misma jornada.

Por otra parte, además de la comparecencia de Sánchez en Estrasburgo, previsiblemente el 13 de julio tras su asistencia a la cumbre de la OTAN prevista el 11 y 12 de julio en Vilna, todos los ministros deben presentarse ante la Eurocámara, en su sede en Bruselas, durante la semana del 17 al 21 de julio para explicar las responsabilidades de sus respectivas carteras.

Precedentes en otras presidencias

La celebración de elecciones durante el mandato al frente de la UE ya estaba contemplada y no era ninguna novedad, ya que otros países también han celebrado comicios durante su semestre, como ocurrió en Francia en 2022, pero estas debían producirse a principios de diciembre, es decir en la recta final de la Presidencia.

También hay precedentes en cuanto al cambio de gobierno en mitad de una presidencia, como podría ocurrir en España si el PP se impone al PSOE en la nueva cita con las urnas. El 1 de enero 2009 República Checa asumió la Presidencia, con Mirek Topolanek (Partido Democrático Cívico, ODS, centroderecha) al frente del gobierno pero tras perder una moción de censura tuvo que ceder el testigo el 8 de mayo al independiente Jan Fischer.

Bélgica, por su parte, ejerció toda su presidencia en el segundo semestre de 2010 con un gobierno en funciones ante la imposibilidad de formar un ejecutivo tras las elecciones del 10 de junio de ese año. El país estaría sin gobierno finalmente durante 541 días, pero esto no impidió que el país ejerciera una Presidencia calificada de exitosa.

Las distintas fuentes europeas consultadas por Europa Press coinciden en que el adelanto electoral y el eventual relevo en el Palacio de la Moncloa sin duda complicarán la gestión de la Presidencia pese a que se lleve ya meses trabajando en los preparativos de la misma.