“Con más y más negocios reabriendo, ya no te pedimos que te quedes en casa, pero sí que continúes siendo responsable”. Con estas palabras, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, anunció este martes el levantamiento de varias restricciones adoptadas por la pandemia, incluida una orden de confinamiento domiciliario, emitida el 21 de marzo.
Nueva Jersey sigue así los pasos de la ciudad de Nueva York, epicentro de la pandemia de coronavirus en EE.UU., que el lunes decretó el inicio de la primera fase de reapertura luego de 78 días de confinamiento. Pero mientras cada vez más estadounidenses vuelven a salir a las calles producto del levantamiento de las restricciones, casi la mitad de los estados del país están viendo tasas más altas de nuevos casos de coronavirus, según informó CNN.
En todo EE.UU., asegura la cadena de televisión, 22 estados han experimentado tendencias al alza en los contagios, mientras que alrededor de 20 han visto disminuciones en los últimos días, y ocho estados más se mantienen estables.
Uno de los estados con los mayores peaks de casos nuevos es Florida. El número de contagios reportados cada día aumentó un promedio de casi 46%, durante la semana pasada, justo cuando la mayoría del estado entró en una segunda fase de reapertura, destacó CNN. De hecho, el total de 1.426 pruebas positivas del sábado fue la mayor cantidad desde principios de abril, indicó la Radio Pública Nacional.
Mientras que las grandes ciudades en las costas fueron golpeadas con fuerza al principio de la pandemia, en las últimas semanas se ha observado una expansión más amplia en los estados del interior, incluidos Arkansas, Texas y Arizona. Un aumento similar en nuevos casos está ocurriendo en otros estados, incluidos Carolina del Norte, Texas, California y Utah. En este último estado, la representante demócrata Suzanne Harrison calificó el alza reciente de casos como “muy preocupante (y) cercano a (un nivel) exponencial”. “La tasa de prueba positiva del 18,5% de hoy es el doble de ayer (9,4%)”, tuiteó, durante el fin de semana.
Pero la situación podría haber sido mucho peor si los estados no hubieran cerrado, según revela un nuevo estudio de la Universidad de California en Berkeley. Los investigadores aseguran que es probable que se hayan evitado cerca de 60 millones de contagios por coronavirus en EE.UU., hasta principios de abril, gracias a los decretos de emergencia, que incluyeron el cierre de negocios y escuelas, restricciones de viaje y órdenes de confinamiento.
Con todo, el doctor Anthony Fauci, el máximo experto en enfermedades infecciosas de la Casa Blanca, describió este martes al Covid-19 como su “peor pesadilla”. “En un período de cuatro meses, ha devastado todo el mundo”, dijo, al tiempo que advirtió: “Aún no ha terminado”.