El grupo yihadista "Estado Islámico" (EI), reivindicó hoy el atentado que dejó quince muertos y 60 heridos perpetrado hoy cerca del aeropuerto internacional de Kabul, donde minutos antes acababa de aterrizar el avión en el que regresó del exilio en Turquía el vicepresidente afgano y antiguo señor de la guerra, Abdul Rashid Dostum.
El atentado suicida se produjo hacia las 17.00 hora local, cerca del aeropuerto afirmó a EFE el portavoz de la Policía de Kabul, Hashmat Stanikzai.
En dos breves comunicados difundidos a través de la red social Telegram, la agencia señaló que "el ataque tuvo como objetivo las celebraciones para recibir al vicepresidente de Afganistán" y detalló que el atentado suicida fue perpetrado con un cinturón de explosivos.
Según la Policía de Kabul, un insurgente se inmoló cerca de la entrada principal del aeropuerto poco después de que Dostum abandonara el lugar, pero el convoy del mandatario era el blanco del ataque, en el que fallecieron 15 personas, entre las que figura el terrorista suicida.
Dostum, que viajó a Turquía cuando era investigado por supuestas torturas de sus guardaespaldas a un rival político, había sido recibido minutos antes en el aeropuerto internacional por decenas de seguidores y autoridades locales.
El viaje de Dostum a Turquía en mayo del año pasado se produjo tras semanas de especulaciones en los medios afganos sobre su posible huida después de que la Fiscalía General abriera tres meses antes una investigación contra nueve de sus escoltas por presuntamente torturar y violar a un rival político suyo.
Dostum es uno de los caudillos afganos más poderosos, con fama de sanguinario y un historial de constantes cambios de bando durante las guerras sufridas en Afganistán desde la invasión soviética (1979-89) hasta la expulsión de los talibanes en 2001.
Como miembro de la Alianza del Norte combatió con ayuda estadounidense a los talibanes que resistían en el norte del país y, según algunas denuncias, es responsable de la muerte por asfixia de cientos de ellos tomados prisioneros, durante su traslado a una prisión en contenedores prácticamente sellados.