Al menos 118 personas han muerto y otras 200 han resultado heridas por un terremoto de magnitud 6,2 que ha tenido lugar durante la madrugada de este martes en el noroeste de China y tras el que se han registrado unas 300 réplicas.
Las autoridades han informado de la muerte de 105 personas en la provincia de Gansu, mientras que se han registrado trece víctimas mortales en la provincia de Qinghai. Además, hay más de 180 heridos y decenas de desaparecidos.
El sismo sacudió el condado de Jishishan, en la provincia de Gansu, pero a cinco kilómetros de la frontera con Qinghai. El temblor, que se ha sentido en varias localidades, se ha producido a diez kilómetros de profundidad.
El presidente de China, Xi Jinping, ha instado a realizar los máximos esfuerzos de búsqueda y rescate, y garantizar la seguridad y propiedad de los residentes de la zona, que se encuentra en una región de gran altitud donde las temperaturas están en números negativos.
Es por eso que Xi ha destacado la importancia de monitorear de cerca la situación posterior al terremoto y los cambios en el clima para prevenir desastres secundarios. Como consecuencia del seísmo, miles de edificios e infraestructuras han sufrido daños de diversos grados, provocando cortes de agua, electricidad y carreteras, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.
El Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Gestion de Emergencias de China han asignado 200 millones de yuanes (27 millones de dólares) en fondos de ayuda para desastres naturales a las provincias afectadas. De esta cifra, 150 millones de yuanes (20 millones de dólares) estarán destinados a Gansu, que se ha visto más afectada.
Los servicios de rescate se encuentran realizando labores de búsqueda y rescate, así como de reubicación de víctimas y verificación de infraestructuras. Las autoridades han elevado a dos el nivel de respuesta nacional de emergencias.
Por su parte, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, ha ofrecido su “voluntad de brindar asistencia necesaria”, después de transmitir su preocupación y condolencias a los seres queridos de las víctimas, según ha informado la emisora taiwanesa RTI.
“Esperamos que el trabajo de rescate y recuperación posterior al desastre se desarrolle sin problemas y que el área local pueda volver a la vida normal lo antes posible”, ha declarado el portavoz de la oficina presidencial, Lin Yuchan.