Al menos 180 personas han resultado heridas este viernes en nuevos enfrentamientos entre civiles palestinos y militares israelíes en Jerusalén Este, según ha informado la organización Media Luna Roja, en medio de una nueva escalada de violencia tras el anuncio del Gobierno de Israel de ampliar los asentamientos situados sobre territorios ocupados.
De acuerdo con el comunicado Media Luna Roja, unas 180 personas han resultado heridas durante los altercados que han tenido lugar cerca de la mezquita Al Aqsa, en el distrito de Sheikh Jarrah, en donde se han estado desalojando a muchas familias palestinas de sus hogares en las últimas semanas.
Entre los heridos, unos 83 han necesitado ser hospitalizados, detalle el comunicado, del que se ha hecho eco la prensa israelí. Se ha instalado también un hospital de campaña para atender al resto de afectados en la inmediaciones de la mezquita, en la que se estaban llevando a las últimas oraciones del viernes de Ramadán.
Las autoridades, que han informado de seis agentes heridos, indicaron que “las fuerzas han comenzado a restablecer el orden (...) luego de violentos disturbios, durante los cuales cientos de sospechosos comenzaron a arrojar piedras, botellas y objetos” a los agentes, informó‘The Times of Israel’.
“No permitiremos disturbios, violencia e intentos de golpear a los agentes de Policía aprovechando la libertad de culto o religión y convirtiéndola en una incidente violento”, ha agregado la Policía, que ha advertido de que responderá “con mano dura”.
Este nuevo incidente se ha producido en medio del aumento de las tensiones en Jerusalén Este, que llevaron al brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), las Brigadas de Ezeldín al Qassam, a advertir a Israel de que “pagará un alto precio” si continúan los ataques contra residentes en la ciudad.
Asimismo, las alas militares de Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) han emitido advertencias similares este viernes. Yihad Islámica ha señalado que Israel será responsable “de cada gota de sangre derramada en Palestina”, mientras que el FPLP ha pedido a Israel que “no ponga a prueba la paciencia” de sus milicianos.
El barrio de Sheij Jarrá y otras zonas de Jerusalén Este han sido escenario de este repunte de las tensiones durante los últimos días después de que un tribunal israelí ha determinado que cerca de 50 residentes palestinos han de abandonar sus viviendas en el barrio argumentando que las mismas pertenecieron a judíos antes de 1948.