El incendio de un ducto de combustible que era saqueado este viernes por decenas de personas en México provocó al menos 20 muertos y 71 heridos, informaron autoridades, una tragedia que ocurre en momentos en que el gobierno lidera una estrategia nacional para combatir este delito.
"Lamento mucho la grave situación que se padece en Tlahuelilpan por la explosión de un ducto", dijo el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a través de Twitter momentos antes de conocerse el número de víctimas.
"Llamo a todo el gobierno a prestar auxilio a la gente en el sitio", agregó.
El fuego, que aún no era controlado, ocurrió en la localidad de Tlahuelipan, en el estado central de Hidalgo, donde desde horas antes se venía registrando una fuga de combustible que atrajo a decenas de pobladores de la zona que con baldes y galoneras recogían y se llevaban el hidrocarburo.
Medios locales que habían acudido a reportar el incidente mostraban imágenes de decenas de personas saqueando el ducto, por donde el combustible salía disparado a chorros.
"Hordas de personas se acercaron (...). Por llevarse una cubeta de hidrocarburo pueden perder la vida", dijo el gobernador del estado de Hidalgo, Omar Fayad, a la televisora Foro TV.
Posteriormente se reportaron las primeras imágenes del fuego bajo el cielo nocturno, con personas huyendo despavoridas y pidiendo auxilio a gritos.
"La explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, se derivó de la manipulación de una toma clandestina para robo de combustible en el ducto Tuxpan-Tula. Este accidente no afecta el suministro de gasolinas en la Ciudad de México", informó la petrolera estatal Petróleos Mexicanos.
Fayad informó que unidades contra incendios así como ambulancias de Pemex y de los gobiernos estatal y federal acudían a la zona para atender a las víctimas.