Al menos diez personas han resultado heridas, varias de ellas de gravedad, tras el lanzamiento de 14 cohetes y morteros desde la región de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, según han informado las autoridades israelíes.

Los heridos han recibido atención médica en el mismo lugar y posteriormente han sido evacuados hacia hospitales de la zona, informa el diario israelí ‘Yedioth Aharonoth’.

Los cohetes han sido lanzados sobre la zona de Kerem Shalom, según ha explicado el Consejo Regional de Eshkol, citado por el diario ‘The Times of Israel’. Los proyectiles han impactado en una zona deshabitada ubicada cerca de unas instalaciones militares, pero han causado heridos, según esta fuente.

El brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, han reivindicado ya este ataque. “Las Brigdas Al Qassam han bombardeado una concentración de fuerzas enemigas en Kerem Shalom y sus alrededores con un sistema misiles ‘Rayum’ de corto alcance de 114 milímetros”, ha publicado el grupo en un canal de Telegram.

Cierre del paso fronterizo

Por su parte, las autoridades militares israelíes han anunciado el cierre del paso fronterizo de Kerem Shalom, que comunica el sureste de la Franja de Gaza con territorio israelí, después del ataque de las milicias palestinas.

“El Paso de Kerem Shalom está actualmente cerrado al paso de camiones de ayuda humanitaria”, ha informado el Coordinador de Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT), la autoridad militar israelí encargada de los territorios palestinos, en un comunicado.

El paso fronterizo de Rafah es el único que permanece abierto para introducir ayuda humanitaria en Gaza tras el cierre de Kerem Shalom. Sin embargo, el paso de Rafah tiene una menor capacidad logística, por lo que permite la entrada de un volumen menor de asistencia, clave ante la crisis humanitaria en la que se encuentra la población gazatí debido al bloqueo y la ofensiva militar israelí.

Además, el ataque de represalia israelí ha destruido la lanzadera empleada en un bombardeo de aviones de combate, según ha explicado el Ejército israelí en un comunicado. La respuesta israelí se produjo “poco tiempo después” del ataque original con aviones de la División de Gaza que atacaron además una estructura militar ubicada en la zona.

La lanzadera estaba a unos 350 metros de refugios civiles en un “claro ejemplo del uso sistemático de las instalaciones y espacios humanitarios con fines terroristas y del uso de la población civil como escudos humanos por parte de la organización terrorista Hamas”, según las Fuerzas Armadas israelíes.