Al menos nueve presos de las cárceles de Manaos, capital del estado de Amazonas, serán trasladados a penitenciarías federales tras la muerte de más de medio centenar de reclusos en menos de 48 horas en diferentes prisiones del estado, anunció este martes el Gobernador Wilson Lima.
De acuerdo con el mandatario regional, se trata de presos que lideraron las acciones que llevaron a que al menos 55 reclusos murieran en diferentes presidios del estado de Amazonas.
"Queremos transferirlos esta semana. Son cabezas y son líderes de grupos criminales", informó el gobernador en un encuentro con la prensa.
Brasil afronta una nueva crisis en su sistema penitenciario después que peleas registradas desde el domingo en varias cárceles de Manaos que dejaron al menos 55 muertos.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, confirmó a través de las redes sociales que serán adecuados los espacios requeridos en el sistema penitenciario federal para recibir a los reclusos.
"Vamos también a disponer los espacios en los presidios federales para la transferencia de los líderes vinculados con esas masacres", escribió Moro en su cuenta en Twitter.
Moro ya había anunciado horas antes el envío de una Fuerza Tarea de Intervención Penitenciaria al Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj) de Manaos, tras la solicitud que hizo el gobernador Lima para contener la situación.
Las autoridades empezaron a tener constancia de esta nueva masacre el domingo con el hallazgo de los cuerpos de 15 internos de entre 21 y 42 años de edad, asesinados en el interior del Compaj.
Este lunes, hallaron los cuerpos sin vida de otros 40 reclusos con indicios de haber fallecido por asfixia, tras inspeccionar a fondo ese centro y otros tres más, igualmente situados en Manaos.
El Compaj fue escenario, en 2017, de una cruenta matanza entre presidiarios de distintas facciones rivales que dejó entonces un saldo de 56 muertos, muchos de ellos por decapitación, y cerca de 200 fugados, después de 17 horas de auténtica batalla campal.
Ese trágico episodio dio inicio a una de las peores crisis penitenciarias en la historia de Brasil, con réplicas en otros estados del país y que obligó al entonces presidente Michel Temer (2016-2018) a autorizar el uso del Ejército en el interior de las cárceles.
Alertados ante la posibilidad de revivir una situación parecida, agentes de la Secretaría de Administración Penitenciaria de Amazonas, con apoyo de la Policía, iniciaron este lunes una operación para fiscalizar otros penales de la región, donde notificaron los nuevos óbitos, además de cuatro heridos.
La investigación preliminar indica que las muertes de los dos últimos días "estarían motivadas por una disputa entre presos que integraban un mismo grupo criminal, que actúa en el tráfico de drogas", informó la Secretaría de Seguridad Pública de Amazonas, que advirtió que la tragedia pudo aún ser mucho peor.
Según datos del Fórum Brasileño de Seguridad Publica, la población carcelaria en Brasil alcanza alrededor de 700 mil personas, lo que supone cerca del doble de la capacidad del sistema penitenciario.