Al menos tres civiles palestinos murieron y otros 19 resultaron heridos en la madrugada de este martes como consecuencia del uso de balas reales por parte del Ejército de Israel en una operación en Nablús, en el norte de Cisjordania.
El director de emergencias de la Media Luna Roja en Nablús, Ahmed Jibril, declaró que los equipos médicos han dado asistencia a 22 personas, de las cuales tres han fallecido y 19 están heridas.
Los heridos han sido trasladados a varios centros hospitalarios. Así, tres de las víctimas se encuentran en estado grave, según recoge la agencia de noticias palestina Wafa.
La citada agencia indicó que las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) habían asaltado varios barrios del casco antiguo de la ciudad, después de que fuera bombardeado. Se habrían escuchado disparos y explosiones.
Los soldados israelíes habrían recibido refuerzos militares y habrían estado respaldados por drones, siempre según Wafa.
Además, los militares habrían abierto fuego deliberadamente contra miembros de las fuerzas de seguridad palestinas, mientras que habrían impedido el paso de los equipos de emergencia para trasladar a los heridos.
Por su parte, las IDF anunció en un comunicado emitido esta medianoche que están realizando una operación en Nablús, sin dar más detalles por el momento.
Estas operaciones por parte de Israel se producen después de que el grupo armado palestino conocido como La Guarida del León -organización relativamente nueva y principalmente operativa en Cisjordania- realizara presuntamente una serie de ataques contra militares y civiles israelíes.
El mencionado grupo armado denunció el domingo la muerte de uno de sus más altos responsables, Tamer Kilani, en una operación israelí, al explotar una bomba lapa colocada en una motocicleta.
“Intervención urgente”
Palestina advirtió en la madrugada del martes sobre nuevos crímenes por parte de los soldados israelíes, al tiempo que ha pedido que se detengan los ataques contra civiles.
“El Consejo de Ministros ha pedido a Naciones Unidas y a las organizaciones internacionales de Derechos Humanos que intervengan urgentemente para detener la agresión en la que las fuerzas de ocupación utilizan misiles antiblindaje y drones para atacar a civiles en sus hogares”, indicó el Gabinete en un comunicado recogido por Wafa.
“(Los recientes ataques) contra la ciudad sitiada de Nablús ha resultado en la muerte de tres personas y varios heridos por el momento”, continúa la misiva.
Asimismo, el portavoz de la presidencia, Nabil Abu Rudeina, afirmó que desde la oficina presidencial están “haciendo contactos urgentes para detener la agresión”.
Abu Rudeina describió el ataque contra Nablús como un “crimen de guerra” y ha culpado al Gobierno de Jerusalén “de las repercusiones de esta agresión”.
En este sentido, el presidente palestino, Mahmud Abbas, destacó que la situación actual es un “estado de apartheid”, y ha criticado a “la comunidad internacional, encabezada por la Administración estadounidense”, por “practicar un doble estándar”.
“Debe intervenir de inmediato para detener la agresión y poner fin a esta ocupación antes de que las cosas se vuelvan mucho más peligrosas de lo que imaginan Israel y Estados Unidos”, advirtió Abbas, según ha informado su portavoz.