A fines de abril, la prensa argentina daba cuenta del lanzamiento del llamado “Operativo Clamor”, con el cual el kirchnerismo buscaría que la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, fuera la candidata al sillón de la Casa Rosada en las elecciones de 2023. Ayer, en un nuevo episodio de la fuerte “interna” que golpea al oficialismo, el Presidente Alberto Fernández agitó más las aguas al reconocer que buscará la reelección, en momentos en que el país atraviesa una crisis económica que golpea su popularidad.

“Sí, absolutamente“, respondió en Madrid el presidente argentino cuando el entrevistador del canal español de televisión TVE le consultó si buscará la reelección. Si bien anteriormente lo había sugerido, Férnandez no había hasta ahora expresado su intención de presentarse a los comicios, destacó Reuters.

“Con todas las fuerzas necesarias para que la Argentina se ponga de pie. Y la voy a poner de pie“, añadió Fernández, que comenzó el martes una breve gira oficial por Europa. Durante la jornada se entrevistó con autoridades españolas y el miércoles lo hará con las de Alemania.

“Si hay algo que nos pasa a los peronistas es que nunca nos damos por vencidos. La mataron mil veces, la persiguieron, la desaparecieron, la derrocaron una y otra vez. Nosotros no sabemos de qué se trata eso de bajar los brazos”, justificó el mandatario transandino.

El diario argentino El Cronista ya había anticipado que Alberto Fernández estaba dispuesto a dar pelea a Cristina Kirchner en las primarias de cara a las elecciones de 2023. Durante el vuelo que lo llevó a la capital española, el Presidente dejó en claro a sus allegados que la eventual puja electoral con Cristina ya no se debe definir más por los cruces verbales en público, sino por medio de las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias).

Según el medio transandino, Fernández comentó a sus allegados que no quiere “subirse al ring” de la puja permanente con Cristina Kirchner. “La pelea debe ser con la oposición, no entre los nuestros”, habría expresado al círculo de funcionarios con los que está de gira. No obstante, deslizó también que cualquier disputa de poder hacia el futuro se deberá dirimir en internas abiertas. “Fui el primero que dije lo de las PASO en aquella plaza del 17 de noviembre” (de 2021), les recordó Alberto Fernández a sus interlocutores y allegados en el vuelo a Madrid. Se refería al acto por el Día de la Militancia en Plaza de Mayo, en que anunció la decisión de definir las pujas del oficialista Frente de Todos en internas abiertas.

El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el jefe del gobierno de España, Pedro Sánchez, hablan al comienzo de una reunión en el Palacio de la Moncloa en Madrid, el martes. Foto: AP

Fernández también fue consultado por TVE respecto de la relación con su vicepresidenta. “Tuve una relación de mucho respeto por Cristina. Ha sido dos veces en Argentina y representa a un espacio del electorado. No tengo dudas y ella tiene todo mi respeto. A veces, como le pasa a Pedro (Sánchez, el jefe de gobierno español), no estamos de acuerdo en algo y se genera un barullo muy grande, más en los medios que en la política. Yo creo que tenemos en común con Pedro ser parte de un espacio progresista de la política”, fue su respuesta.

Y agregó: “El peronismo es un progresismo, es el progresismo argentino que tiene sus peculiaridades. Y realmente cuando hacemos ruido y debate es cuando mejores somos. Pero decía que cuando los peronistas parece que nos peleamos, nos estamos reproduciendo y entonces estamos aumentando. En este tiempo me toca gobernar a mí y tengo que tomar decisiones. Y alguna de esas decisiones seguro no conforma a todos”.

Pero en otra entrevista con el diario español El País, el presidente argentino se mostró más crítico de su relación con Cristina Kirchner. Consultado sobre si le habían dolido las críticas que formuló el viernes, cuando dijo que el gobierno estaba “defraudando” a sus votantes, el mandatario fue categórico.

“Creo que (la de Cristina) es una mirada parcial, absolutamente económica, que desatiende todo lo que nos tocó pasar en el medio. Vivimos una pandemia, una tragedia que la humanidad vive muy de tanto en tanto, que se ha llevado seis millones de vidas en el mundo, más de 100.000 argentinos. Y con todo, logramos que ningún argentino se quedara sin la atención médica que necesitaba”, afirmó el jefe de gobierno transandino.

La presidenta del Senado, Cristina Fernández, habla mientras los senadores se preparan para votar sobre el acuerdo del gobierno con el FMI, en Buenos Aires, el 17 de marzo de 2022. Foto: AP

¿Por qué entonces estas críticas internas tan duras de su vicepresidenta?, le replicó el periodista de El País, Carlos Cué. “Mire, el 17 de noviembre pasado la plaza se llenó, y yo tuve que hablar ante decenas de miles de compañeros. Les dije que proponía que en nuestro espacio político se abra un gran debate. Les proponía que no se acallara ninguna voz, y que debía ser resuelto por la gente en primarias abiertas y obligatorias, como existen en Argentina. En ese momento me criticaron mucho. Veo con alegría ahora que ese debate es bienvenido. Tengo un enorme respeto por Cristina. Ella representa en la historia algo significativo, y en el presente es líder de un espacio importante. Pero hay cosas en las que no comparto su mirada. Además, he sido públicamente crítico con su gestión de gobierno. Todo el mundo sabe que tengo una mirada diferente. Respeto lo que dice, pero pido que respeten lo que digo yo”, señaló.

A la pregunta de quién manda en Argentina, Alberto Fernández fue taxativo: “El presidente de la nación es quien manda en Argentina”. “Desde 2019 decían que yo sería un títere de ella. Pero la verdad es que yo tomo las decisiones. Eso no quiere decir que no escuche a Cristina, que desprecie su opinión. Pero la decisión la tomo yo. Y llevó mucho tiempo que se den cuenta de que yo estoy gobernando. Los debates que propongo son en este tono de voz, no necesito gestos grandilocuentes, ni insultos, ni maltratos”, afirmó.

Fernández sostuvo, además, que “nadie puede vivir con déficit permanente, eso hay que corregirlo”. No obstante, sugirió que no podrá convencer a su vicepresidenta sobre esa necesidad. “Cristina probablemente estará más convencida de lo que ella hizo en sus tiempos de gobierno. Yo la respeto”, indicó, y planteó que el debate no le preocupa. “Me preocupa la obstrucción al gobierno, es que a veces las voces se vuelven tan altisonantes que no dejan ver la realidad”.

Según el diario La Nación, la confrontación con la vicepresidenta terminó por “devorar” la agenda de la primera jornada de gira europea del presidente. “Yo no me subí a ningún ring”, dijo Alberto Fernández a los periodistas que cubren la gira por Europa, mientras volaba por encima del Atlántico, e insistió en que su adversario era la oposición. “En el sentido de la respuesta presidencial, la culpa de la escalada recae sobre la vicepresidenta y La Cámpora, a quienes en el gobierno señalan por el daño que sus críticas generan sobre el trabajo del ministro de Economía, Martín Guzmán”, apuntó el periódico.

La semana pasada, Fernández resolvió responder por un efecto de acumulación, según apuntan en la comitiva del gobierno, destacó La Nación. “Primero fueron las críticas del Cuervo Larroque (secretario general de La Cámpora), después la propia Cristina Kirchner, y se dijo, basta, ya es demasiado”, reconstruyen. El Presidente ordenó entonces a Guzmán y al ministro de la Producción, Matías Kulfas, que salieran a responder.